BELMONTE / CARLOS GARCÍA
La localidad de Belmonte es una de las juderías mejor conservadas de toda la península Ibérica y, sin duda, el referente de la cultura hebrea en Portugal.
En este municipio, uno de los pocos de Portugal que atesora el marchamo de Aldea Histórica y situado a un cuarto de hora de Guarda, permanece latente la cultura judía desde finales del siglo XIII, cuando en 1297 fue inaugurada allí la primera sinagoga, que, más tarde, fue lugar de culto para el cristianismo.
Sin embargo, aún queda una comunidad judía de, al menos, un centenar de personas y numerosos vestigios que han sido guardados o donados y que conforman uno de los Museos Judías más importantes de cuantos se exhiben al público, motivo por el que Belmonte recibe cada año un nutrido número de visitantes procedentes de Israel.
A Belmonte llegaron la mayoría de los judíos que fueron expulsados de España en la época de la reconquista, especialmente los procedentes de zonas fronterizas como Ciudad Rodrigo.
Incluso, ya de manera oficial, los conversos formalizaron en 1989 la Comunidad Judaica de Belmonte.
En sus calles del casco histórico podemos observar numerosos vestigios en los dinteles de sus fachadas.
En Belmonte se conserva la sinagoga y en la calle Portela podemos visitar el Museo Judía de Belmonte, que describe a la perfección la historia de los judíos de Portugal, sus constumbres, su forma de interrelacionarse y su historia.
SOBRE EL MUSEO JUDÍO
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GALERÍA FOTOGRÁFICA DEL MUSEO JUDÍO DE BELMONTE