La miel salmantina, en caída libre por la mala climatología y las importaciones a China y Argentina

|

16abejasjun2016


CIUDAD RODRIGO / CARLOS GARCÍA

El sector de la apicultura atraviesa momentos complicados, arrastrados de la competencia que les supone a ellos las fuertes importanciones de empresas españolas que apuestan por mieles de Asia y América que son de peor calidad pero que cuestan la mitad de las que se producne en España.

"Tenemos el enemigo en casa", explica el apicultor salmantino Javier Fernández, responsable del sector apícola de COAG en Castilla y Leon. Este colmenero se refiere a que son las grandes empresas privadas españolas las que compran la miel a China para luego comercializarla por el resto del país. La única forma de combatir este fenómeno, que ha provocado una caída del precio de la miel en origen de un 40%, es controlando mucho más la entrada de este producto en las aduanas. De esta manera, se está originando un fenómeno a la inversa, "la miel de calidad se vende mal en España", debido a su precio y, por contra, cada vez ganan más terreno las mieles de peor calidad, que, "más que mieles, son siropes", que se importan a 1,5 euros y se venden al consumidor a 2,5 € el kilo, frente al precio de las mieles de calidad que se elaboran en zonas como Salamanca, que deben de tener precios mínimos de 4 euros por kilo para que empiecen a ser rentables.

Esto provoca que cada vez haya un mayor stock de miel de calidad producida en España, en zonas, sobre todo, como Salamanca, que es la provincia de mayor producción de miel de España, donde se envasan cada año 30 millones de kilos de miel, que ahora tienen que competir con otros 30 millones de kilos provenientes, sobre todo, de China, aunque también de países como Argentina.

Ríchard Martín, apicultor de Nuñomoral (comarca cacereña de Las Hurdes) y que tiene sus 700 colmanas en pueblos de la Sierra de Francia como Serradilla del Arroyo, explica que la recolección de este año se ha complicado todavía más con la climatología desfavorable, sobre todo pro las lluvias intensas caídas al principio de la floración, que han provocado que las abejas no hayan podido salir a recoger miel y, además, esto supone un gasto cuantioso para el apicultor, que tiene que alimentar a las abejas.

Según Ríchard Martín, esto le ha supuesto un coste añadido en sus 700 colmenas de unos 7.000 euros ya que tiene que alimentar a las abejas con una serie de azúcares para que no se mueran.

Los profesionales del sector reconocen que la única salida de la miel de calidad de España está en los países como Alemania o Inglaterra, donde sí que aprecian este tipo de mieles.