Picaos y fandangos que unen tamborileros de la Sierra de Francia y de Las Hurdes en Cepeda

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CEPEDA / CARLOS GARCÍA

El pueblo de Cepeda, en pleno Parque Natural de la Sierra de Francia de Salamanca, ha sido este sábado, 23 de abril de 2016, el escenario del encuentro de tamborileros que han protagonizado  folcloristas de las provincias de Cáceres y Salamanca.

Se trata del tercer certamen de tamborileros, celebrado como años anteriores con motivo de las fiestas de San Marcos, donde los fandangos, los picados, los charros y los pasacalles han resonado con fuerza.
Antonio Hernández, uno de los tamborileros charros más afamados y natural de Cepeda, ha explicado  que "hay diferencias notables entre el folclore que se toca y se baila en la Sierra de Francia de Salamanca y en el resto de la provincia".
De esta manera, los bailes serranos son danzas muchos más alegres y movidas que las danzas charras, como se puede contemplar en el tradicional baile denominado "picao serrano".
En los "picaos" juegan un papel fundamental los pies, que se mueven al son que les va marcando la gaita y el tamboril.
Los fandangos también han sobresalido en el certamen de Cepeda, un baile que antaño su ponía, sobre todo, "un desafío entre hombres".
Según Antonio Hernández, "los fandangos los bailaban antiguamente los hombres para demostrar su potencial ante las mozas y para ver quien era el más gallito".
Sin embargo, en la actualidad, estos bailes ya los danzan por parejas hombres y mujeres.
La variedad de indumentarias también ha lucido con fuerza en el día de hoy para mostrar, además, las diferencias entre los trajes típicos de la Sierra de Francia, del resto de la provincia de Salamanca y de los que portan en el norte de Cáceres.
Los trajes serranos se diferencian de los típicos charros o de los del norte de Cáceres porque "son mucho más ricos", ya que "tanto hombres como mujeres lucen una gran cantidad de joyas de oro".
Los tamborileros que han participado hoy en el certamen, que han protagonizado un vistoso pasacalles, se muestran muy esperanzados con el futuro de esta figura musical, ya que "hay muchos jóvenes que han aprendido a tocar la gaita y el tamboril en la provincia de Salamanca".
En el día de hoy, el certamen también ha querido rendir homenaje al tamborilero de Cepeda Antonio "Chato", de 85 años de edad, fallecido hoy y que hasta hace pocas semanas estuvo tocando la gaita y el tamboril.