(INCLUYE VÍDEO) Corneados de gravedad padre e hijo en el encierro a caballo de Ciudad Rodrigo con dos toros escapados
CIUDAD RODRIGO / CARLOS GARCÍA
Un padre y un hijo, conocidos en Ciudad Rodrigo como "Los Pichoga", han resultado corneados con heridas de gravedad durante el encierro a caballo celebrado este domingo, 7 de febrero, en Ciudad Rodrigo (Salamanca), en el que los toros rompieron la malla de seguridad y dos de ellos se escaparon y accedieron al recinto donde se agolpaban los aficionados, con escenas de mucho pánico.
El encierro ha sido protagonizado por toros de la ganadería sevillana de Aguadulce y los momentos más trágicos ocurrieron al final del recorrido de campo, donde estaba prohibido que accedieran corredores de a pie.
Sin embargo, un grupo de personas se coló entre los caballos y desde la malla de protección citó a los toros, que la emprendieron contra esas vallas y acabaron derribándolas, corneando, además, a los que estaban subidos en ellas, momento en el que los toros se escaparon.
José Blanco, septuagenario, y su hijo, José Manuel Blanco, ambos de Ciudad Rodrigo, resultaron gravemente corneados cada uno por un toro diferente.
Ambos estuvieron más de dos horas en la enfermería de Ciudad Rodrigo hasta que fueron intervenidos y estabilizados para ser trasladados a Salamanca.
En el momento en el que dos toros de la manada se escaparon, el pánico se adueñó de decenas de aficionados que se agolpaban en el entorno al que accedieron los toros y donde estaban también efectivos de Cruz Roja y Guardia Civil, que también tuvieron que huir.
Aún así, algunos mozos accedieron hasta el lugar donde estaban los dos heridos y lograron coger al padre y al hijo para llevarlos hasta la ambulancia de Cruz Roja, que estaba a unos cincuenta metros.
Los toros fueron llegando poco a poco hasta la Plaza Mayor de Ciudad Rodrigo ante la presencia de miles de aficionados.
Incluso, los corredores y caballistas lograron llevar los toros escapados hasta el recorrido y, más tarde, hasta la Plaza Mayor, convertida estos días en coso taurino.
En la posterior capea, celebrada con estos mismos toros, un mozo también ha sido corneado de forma severa.
