Hay cosas que no se deben tocar

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ManuelMontero 5

En España somos muy dados a discusiones absurdas, vacías, gratuitas y carentes de sentido y cuanto más absurda es la discusión, más apasionada resulta.

Yo me quiero unir hoy a esa discusión absurda y al menos tratar de darle un sentido. El sentido de la gente, de lo que se palpa en la calle y que al fin y al cabo, los servidores públicos, es lo que debemos respetar.

Me estoy refiriendo, como no podría ser de otra forma, a esa vorágine de opiniones que se han vertido por las polémicas modificaciones de las distintas cabalgatas de reyes en toda España, como consecuencia de un concepto equivocado de lo que es ser progresista y feminista, de algunos miembros de los nuevos gobiernos municipales de este país.

Los gobiernos municipales están para servir a su gente, a los de su casa, y deben ser conocedores de lo que sus vecinos demandan y como no puede ser de otra forma, actuar en consecuencia.

Y a la gente, no le gusta que le toquen ciertas cosas. No le gusta que monten circos de tradiciones populares que van encaminadas a divertir a los más pequeños de la casa, no le gustan que politicen uno de los pocos días del año en los que la ilusión es la misma tanto si eres niño o adulto, si eres de izquierdas o de derechas o todo lo contrario, porque a la gente, no le gusta que le toquen su ilusión.

Y esa es la clave de toda esta polémica, la ilusión de los vecinos que esos, que estando en el gobierno municipal han quebrado por unas ideas políticas, respetables, pero que deben ser defendidas en otros foros, y esos, que estando en la oposición han aprovechado las desafortunadas decisiones de quiénes ahora mandan para realizar una crítica feroz más allá de las propias cabalgatas y extrapolarlas a otros temas que nada tienen que ver, aprovechando el altavoz de los medios, que carentes de noticias relevantes en los días de navidad, y ya es triste con la cantidad de noticias que tenemos a día de hoy en este país, se han hecho eco de manera desproporcionada de una polémica, absurda y carente de sentido.

El buen político es aquel que trabaja pensando en sus vecinos y no en los réditos electorales que les pueden dar unas declaraciones a los medios, un tuit o una foto en un diario. El buen político no toca ciertas cosas, porque tocar esas cosas es hurtar la ilusión, la sonrisa y el brillo en los ojos a muchos de sus vecinos y ese es el mayor error de un político, como muchos han hecho estos últimos días. Y en la vacía polémica de los últimos días, muchos han demostrado ser malos políticos.


Manuel Montero Rodríguez

Abogado / Alcalde de Serradilla del Arroyo

http://twitter.com/nompraesta