La borrachera universitaria

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ManuelMontero 4

En la noche de ayer, unos 22.000 jóvenes se dieron cita en Salamanca para celebrar, lo que vienen llamando desde hace algunos años, “La Nochevieja Universitaria”, que se ha convertido, de unos años a esta parte, en una macro reunión de chavales cuyo único propósito es beberse hasta las copas de los árboles y meter unos miles de euros en las carteras de los organizadores.


Medios de comunicación local, regional y nacional se dieron cita para cubrir este evento, que lejos de dar una imagen de la Salamanca “culta y limpia” por la que se ha trabajado durante años, convierte a la capital charra, en un botellódromo en el que casi todo vale.

No obstante, fueron más de veinticinco jóvenes los que debieron ser atendidos por intoxicaciones etílicas, se registraron diversas denuncias por hurto y se procedió a detener a varias personas por tráfico de drogas, sin contar, con algo tan habitual como las campanadas en esta celebración, que fueron las múltiples peleas, en la que la más grave, terminó con un chaval de veinte años en el hospital con una brecha en la cabeza después de recibir una paliza.


El único responsable de este botellón es el Ayuntamiento de Salamanca, que permite una celebración de este tipo en nuestra ciudad, que nada bueno aporta a la imagen de la misma y que tan sólo sirve para engordar los bolsillos de la empresa organizadora y los bares colaboradores.

Un Ayuntamiento, que hace pocas fechas, ha sacado una ordenanza para regular y castigar las despedidas de soltero/a que se desmadren un poco, pero que en cambio, permite, que 22.000 personas hagan de la ciudad su patio de recreo. Un Ayuntamiento, cuyos principios de actuación, parecen cambiar en función de la cuantía de la tasa que se pague para organizar un evento, ya que si pagas puedes hacer lo que te dé la gana y si no pagas, te multan por pasarlo bien.


Salamanca, ayer se convirtió en la capital del botellón, de las rayitas para aguantar toda la noche, de las peleas y de los mangantes, auspiciado, por la dejadez de quién sabe que esto va a pasar, porque pasa todos los años, pero aun así lo permite por las cuatro pesetas que va a recaudar. Eso sí, al menos estuvimos en todos los medios de comunicación, fomentando el turismo, familiar y de calidad ¿o no era ese el objetivo?


Manuel Montero Rodríguez

Abogado / Alcalde de Serradilla del Arroyo

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