TRADICIONES DULCES

Alahú, el postre heredado de los árabes en La Sierra de Francia y en Las Hurdes

Todavía, después de más de cinco siglos, lo elaboran algunas mujeres de los pueblos de la Sierra de Francia. Por Navidad, y sólo por encargo, lo elabora la señora Luci en el horno de pan de Serradilla del Arroyo (La Fábrica)
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Dulce típico conocido como Alahú


CRÓNICA / Carlos García

Los árabes eran y son unos expertos en el arte de confeccionar postres con la miel y de hecho fueron los que con mayor ahínco trabajaron la apicultura en la península ibérica, una tradición que aún se ve reflejada, tras más de cinco siglos, en pueblos de la provincia de Salamanca o del Norte de Cáceres, tanto en la Sierra de Francia como en Las Hurdes, ya que los judeoconversos al cristianismo se refugiaron en estos lares serranos y su huella aún perdura.

Uno de los ejemplos más explicativos es el denominado postre Alahú. Etimológicamente, está claro que se trata de un nombre árabe y si nos centramos aún más en su significado, observamos que su procedencia es la de "Al-hasú" (en castellano, "El Relleno"), que era como los árabes llamaban a los postres que elaboraban con miel, nueces o almendras, entre otros ingredientes. Para más pruebas, se puede ver cómo en el libro "A la sombra del granado", que relata los últimos días de los árabes en Granada, se recogen algunas recetas, entre ellas la de Alahú.

A pesar de su simpleza, este postre requiere de mucha paciencia, ya que se elabora a base de nueces y miel.

Aproximadamente, aunque cada repostero tiene su propia medida, la señora Luci Moro, de Serradilla del Arroyo, machaca alrededor de 300 gramos de nueces por cada medio kilo de miel, lo que convierte a este manjar en un postre de muchas calorías, además de ser una repostería de bastante coste  ya que todo se basa en lo artesanal.

Tan simple como lograr una pasta bien densa a base de vueltas y vueltas con la miel y las almendras y, una vez conseguida, el "relleno" obtenido se tapa por las dos caras con sendas obleas y es horneado; en este caso, en el horno de leña de la panadería de La Fábrica de Serradilla del Arroyo.  Lo habitual es que este dulce se elabore llegadas las semanas previas a la Navidad, aunque también se prepara en diferentes épocas del año.

Típico en Castilla La Mancha

En Castilla La Mancha, sobre todo en Cuenca, Albacete y Guadalajara, también se estila este postre, aunque ofrece algunas variedades. 

Una de ellas, el nombre, ya que se le conoce como Alajú. Y otra, que en vez de nueces, se elabora con almendras, a las que también se les da un toque de ralladura de limón y naranja para hacerlo un poco más comercial.