¿Este pueblo no se cierra?

Tengo que reconocer que me quedé sorprendido ver el otro día a los dirigentes del PP presentando la campaña “Mi pueblo no se cierra”. Cuando son ellos los que han puesto en peligro la supervivencia de los municipios rurales. Y si realmente quieren ser creíbles, que aprueben el miércoles en las Cortes de Castilla y león la Proposición no de ley en la que se pide la derogación la Ley 27/2013, de 29 de diciembre de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local e impulsar la aprobación de una nueva; ya que ha supuesto el mayor ataque a la autonomía local en democracia, con la limitación de servicios a prestar por los pequeños municipios, y siempre con “la espada de Damocles” con el artículo del coste de los servicios, y la posibilidad de asumirlos la Diputación Provincial, en el fondo la privatización de los mismos.

Que el PP de Castilla y León se sume a esta campaña, cuando es el responsable del declive demográfico de Castilla y León en su conjunto, y de las zonas rurales en particular, es para echar unas risas, sino no fuera por la seriedad del problema.

Supongo que lanzan esta campaña, para distanciarse de Ciudadanos, que plantea abiertamente la supresión de los municipios pequeños, pero de ahí a creerles hay un abismo. Menos declaraciones y campañas, y más acciones concretas, que son los que gobiernan, en Castilla y León y en Salamanca. La desaparición de servicios en los pueblos (sanitarios, educativos, transporte, etc…), es lo que está llevando a que cada vez haya menos habitantes. La nula promoción de la agricultura y ganadería en estas zonas: abandono de la limpieza de los montes, la aplicación del CAP, etc…, aboca a estas zonas a su desaparición progresiva.

Medidas tan sencillas como las urgencias pediátricas en Ciudad Rodrigo, la mejora de las infraestructuras de las nuevas tecnologías, etc…, son las que pueden paliar en parte esta situación, y sin duda alguna, un programa de desarrollo económico, ya que sin empleo, no hay desarrollo posible.

Juan Luis Cepa