La metamorfosis del candidato

Un fenómeno paranormal se está apoderando de nuestros políticos; se han quitado la corbata, se han remangado la camisa, se ponen vaqueros ¡ceñidos! y algunos de ellos... bromean.

Hasta el equipo de Iker Jiménez se ha puesto a investigar este extraño fenómeno, tratando de buscar una explicación a la metamorfosis del candidato, quién ha abandonado su hábitat natural, el despacho, y ha pisado la calle, algo realmente aterrador.

Según un estudio que me acabo de inventar, en las próximas seis semanas vamos a tener que aguantar las sonrisas, los chascarrillos y las anécdotas, en muchos casos guionizadas, de los principales actores políticos de este país.

Los principales partidos, han puesto en marcha su maquinaria para que creamos que su candidato es el más cercano a los ciudadanos, el más simpático y por tanto, el que merece nuestra confianza.

¡Estamos en campaña! vale que no es oficial, pero estamos en campaña electoral. En un escenario de incertidumbre, como el que se nos presenta, arañar un voto es una victoria. Hoy, más que nunca, todos los candidatos se han lanzado en una carrera por empatizar con la gente, por mostrarnos su lado más humano, más personal y para ello harán lo que sea necesario: cantar, bailar, contar chistes, recitar poesía, hacerse un selfie, montar a caballo, tocar la zambomba y por qué no decirlo, hacer propuestas, aunque esto último, sea lo que menos réditos les dé.

Pero debemos desconfiar, debemos ser cautos y no dejarnos engatusar por una sonrisa bonita, por una naturalidad fingida, por un discurso fácil, sencillo de recordar y mirar más allá del show que nos van a ofrecer, pasar de las modas, de lo que se lleva y que esa maquinaria no nos robe nuestra capacidad de pensar, no nos hurte nuestro voto, que al final es lo que buscan, y cuando hayamos hecho esto, sentarnos, ver el espectáculo y disfrutar, porque si algo es seguro, es que en las próximas semanas no nos vamos a aburrir.

Manuel Montero Rodríguez

Abogado / Alcalde de Serradilla del Arroyo

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