La hipocresía del Photoshop

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El pasado domingo, la actriz Inma Cuesta denunció, que una revista dominical había retocado sus fotos de una manera tan exagerada, que ni ella misma se reconocía. Denuncia a la que daría cierta credibilidad, si no fuese porque la realiza inmersa en la promoción de su última película y lo que es más desconcertante, cuando ella se lucra en otra campaña de publicidad, siendo imagen de unos cosméticos y cuyas fotos, muy naturales no parecen.

Ahora parece que nos vamos a tener que tragar que todas esas fotos que salen en las revistas, son de verdad ¡cómo si fuésemos tontos! Como si desde hace años no supiésemos que las modelos y los modelos, además de pasar por el gimnasio, pasan por los ordenadores de los diseñadores gráficos, que retocan hasta el último centímetro de la foto con el único objetivo de que compremos aquello que nos quieren vender.

Sabemos y asumimos, que todo lo que sale en las revistas, prensa y televisión, es mentira. Todo está preparado y retocado para que la imagen que nos llegue sea atractiva y no nos engañemos, las imperfecciones no venden. Nadie va a comprar unos calzoncillos que en lugar de anunciarlos David Beckham los anuncie Ignatius Farray.

Eso nos gusta, es lo que queremos y es lo que nos dan ¿por qué quejarnos? Quizás, por ese anhelo de dignidad que pretende el ser humano, ese postureo que se ha instaurado en nuestra sociedad y que nos empuja a lo políticamente correcto, a la hipocresía del que denuncia, del que le apoya y del que dice que no volverá a hacer y sabemos que seguirá haciéndolo. Pero hay que criticar, hay que ponerse digno y decir que eso no es ético, hay que ser falso y además muy cabrones, para después de criticarlo seguir vendiéndonos lo mismo, y nosotros comprándolo.


Manuel Montero Rodríguez

Abogado / Alcalde de Serradilla del Arroyo

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