Serradilla del Arroyo, Villar de Ciervo y Salamanca, en la pintura de Anabel Vicente

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La artista de 48 años, Anabel Vicente Báez


Serradilla del Arroyo. CARLOS GARCÍA

La pintora Anabel Vicente Báez, natural de Villar de Ciervo y de 48 años de edad, exhibe desde esta semana una colección de óleos con diferentes técnicas, en la que sobresalen algunos de los rincones más vistosos de los pueblos de Serradilla del Arroyo y Villar de Ciervo, la monumentalidad de la capital charra o cuidados bodegones y motivos florales en los que se exalta, sobre todo, el medio rural.

Anabel Vicente pinta porque le relaja, "porque pintando se pasa el tiempo volando y por afición", y se metió en este noble arte gracias a la señora Mari-Ángela, que vivió en Villar de Ciervo y que "fue la que me enseñó", explica la protagonista de la colección. Recuerda cómo todas las tardes, de pequeña, iba de cuatro a seis a aprender a pintar, aunque luego hubo un tiempo que lo dejó. 

Ha vuelto hace unos años porque es la afición que más le gusta y logra unas composiciones muy realistas, gracias a una técnica muy depurada en la que logra combinar el óleo con pasta de relieve, el óleo con pincel o espátula o, incluso, crear relieves a través del acrílico con arena.

Y, así las cosas, la exposición muestra, por ejemplo, desde bodegones de manzanas o membrillos hasta un clavijero donde el colorido no deja impasible a ningún visitante.

La Fuente Grande, el Campanario, la Fuente Rieta o La Fuente Quebrá son algunos de los rincones de Villar de Ciervo que se plasman en la pintura de Anabel. Las amapolas, los girasoles o las puestas de sol o, incluso, algunas nevadas, también cobran protagonismo en una muestra que se podrá visitar hasta la primera semana de agosto.

La colección de 25 cuadros se completa con 5 óleos de Manuel Elvira, marido de Anabel y también aficionado a la pintura, que plasma algunos de los parajes más relevantes de Serradilla del Arroyo, como La Iglesia o El Campanario.

Tampoco faltan en la exposición vistosos atardeceres o estampas únicas en las que se fusionan dehesa, toro y Campo Charro.