Un fotoperiodista recorre los pueblos de La Raya con la única ayuda de su burro "Wilson"

CURIOSIDADES - GENTE
|


Borja Prada con su burro "Wilson".


Serradilla del Arroyo. CARLOS GARCÍA

Un fotoperiodista que desciende de la comarca zamorana de Sanabria, Borja Prada, ha decidido emprender una marcha a la antigua usanza, con la única compañía de un burro y una cámara de fotos, para retratar los pueblos que bordean toda la frontera entre España y Portugal.

La marcha a pie la inició el pasado 22 de abril desde Palos de Moguer (Huelva) y su objetivo es inmiscuirse entre las gentes de zonas como la Sierra de Aracena, en Huelva, la Tierra de Barros, en Badajoz, o la comarca cacereña de Las Hurdes para, más tarde, plasmar en un libro todas sus andanzas donde los protagonistas son él y su burro "Wilson".

En estos días ha llegado a la provincia de Salamanca y se encuentra en la Sierra de Gata, donde ha conocido poblaciones como Agallas o Serradilla del Arroyo.

Tras colaborar dos semanas con la entidad El Burrito Feliz, en Hinojos (Huelva), le pusieron en contacto con el dueño del burro "Wilson", se lo compró y comenzó la andadura.

"Qué más exótico que recorrer España en pleno siglo XXI junto con un burro", explica Borja Prada, que recuerda cómo su abuelo, de la provincia de Zamora, siempre tuvo animales y a él le encantaba estar con ellos.

Uno de sus encuentros "más maravillosos" lo vivió en el pueblo onubense de El Calabacino, una aldea de la Sierra de Aracena que se extinguió, que más tarde fue ocupada y "donde la gente sólo se mueve en burro".

Allí compartió experiencias y varias charlas "con todo un personaje, Ili, un hombre austríaco que llegó a tocar la batería con Madonna y que ahora vive en este pueblo con su pareja".

"Lo que pretendo allá por donde voy es dejarme perder, ir de un lado a otro de los pueblos", asegura el fotoperiodista, que insiste en que su intención es recorrer las vías pecuarias y no un camino preestablecido, como la Ruta de la Plata.

Duerme en compañía de la gente que le va acogiendo en los pueblos, como Luis, un pastor del municipio salmantino de Agallas, o Benigno, en Aldehuela (Cáceres).

Su llegada a la comarca cacereña de Las Hurdes fue "maravillosa", por la situación de los pueblos de esta zona de la Sierra de Gata, y confiesa que en algunos momentos también ha pasado dificultades, ya que el asno, de capa blanca, fue atacado por unos perros en la dehesa extremeña de El Bronco y "estuvo a punto de morir".

Fue el veterinario Domingo, de Aldea del Cano (Cáceres), el que salvó al animal, lo que le permitió llegar con él para afrontar su última andanza, ya en tierras castellanas.

Tras hacer noche en Agallas, hoy ha descubierto algunas aldeas donde apenas viven un centenar de personas, como Guadapero, Tenebrón o Serradilla del Arroyo.

En este último pueblo, este joven de 32 años, que describe su iniciativa como "quijotesca", ha descubierto un museo de antiguos aperos de labranza, propiedad del Jaime, el panadero del municipio, que refleja cómo era la vida de mediados del siglo XX en estos parajes del Parque Natural de Las Batuecas.

Al burro lo lleva aparejado con las mismas alforjas que usaba su abuelo en el pueblo de Rabano de Sanabria, lugar donde ha fijado su meta y al que llegará una vez que cruce el Parque Natural Arribes, situado entre Salamanca y Zamora.

"Mi objetivo es llegar al pueblo de mis abuelos y, una vez allí, quedarme para escribir un libro con todas las anécdotas que he vivido en esta andadura", ha concluido este joven viajero.


Jaime, el panadero de Serradilla del Arroyo ofrece agua al burro