Cinco días sin abrir los ojos, tras ser acribillado por las abejas en Serradilla del Arroyo

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Serradilla del Arroyo. CARLOS GARCÍA

Tras cinco días desde que el pasado sábado, 16 de mayo, le picaran más de medio millar de abejas (según el parte de urgencias, 700), Julián Perancho, de 85 años de edad, aún no puede abrir los ojos, debido a que aún los tiene muy hinchados.

Lo intenta, pero no puede abrirlos, explican sus familiares a este Diario Digital, a pesar de que todos estos días le están lavando los ojos con suero y con unas gotas especiales.

Las abejas le acribillaron, sobre todo, en la cara y en la cabeza y, debido a la absorción del veneno, todavía tiene insuficiencias renales.

Otra de las complicaciones viene asociada, al parecer, al propio tratamiento, ya que al aplicarle corticoides para combatir el veneno, el nivel de azúcar en sangre se le ha disparado, por lo que está necesitando tratamiento de insulina.

Lo positivo es que, aunque, poco a poco, Julián Perancho, vecino de Serradilla del Arroyo, va evolucionando favorablemente.


Así fueron los hechos

El octogenario salió a dar un paseo en la jornada del sábado y cuando se encontraba por un camino, próximo a una zona donde hay colocadas colmenas, fue atacado.

Según ha relatado a sus familiares, en un principio, tras el voraz ataque, decidió tirarse en la hierba para intentar resguardarse y, posteriormente, se dirigió hacia la zona del río, donde fue localizado inconsciente junto al puente de Las Suertes por un chatarrero, que dio la voz de alarma entre los vecinos.

Hasta allí acudió un equipo médico de Ciudad Rodrigo y, según el parte emitido por el Servicio de Urgencias, fue picado por alrededor de 700 abejas.


Los sanitarios estuvieron con el herido en el pueblo algo más de una hora quitándole aguijones que tenía clavados por todo el cuerpo, sobre todo en la cara y en la cabeza.


Investigación

Según el Ayuntamiento de Serradilla del Arroyo, las colmenas, propiedad de un apicultor de Cáceres, cuentan con todos los permisos ambientales que deben solicitar antes de su ubicación.

El lugar donde se encuentran las colmenas también está debidamente señalizado, con un cartel que reza "abejas trabajando".

Según fuentes de la Guardia Civil, el SEPRONA hablará con el herido durante los próximos días, una vez que recupere la total consciencia, para determinar el lugar exacto de los hechos y saber de dónde procedían las abejas.


El peligro del "cazapolen"

Expertos apicultores consultados han explicado que está época del año es muy peligrosa, ya que los colmeneros colocan junto a las colmenas los denominados "cazapolen", que son cajas más pequeñas con unos agujeros por los que tiene que pasar la abeja para entrar a la colmena.

Al pasar por el agujero, la abeja pierde el polen recolectado para poder comerlo después y por eso son mucho más peligrosas, ya que son sometidas a mucho estrés, debido a que se quedan sin la comida recolectada.

Las colmenas próximas a la zona donde se ha desencadenado el suceso tienen colocados dichas cajas de "cazapolen".