Las Arribes desea un desarrollo turístico por tren y por barco

|


Varios miles de españoles y portugueses se han congregado, como cada primer domingo de marzo, en la frontera natural que marca el río Duero para celebrar la floración del almendro y reivindicar un desarrollo turístico de Las Arribes por tren y por barco.

Las autoridades políticas de la zona, tanto de España como de Portugal, han vuelto a recordar que sería muy importante impulsar la vía férrea de Las Arribes, que comunica España y Portugal y que se cerró hace 30 años, como un reclamo turístico.

En sus últimos 17 kilómetros, antes de cruzar el río Duero para llegar a Portugal, esta vía férrea, declarada Bien de Interés Cultura, discurre por una veintena de túneles y puentes construidos a finales del siglo XIX con unas vistas del encajonamiento de los ríos Duero y Águeda que cada año llaman la atención de cientos de turistas.

Sin embargo, no se puede circular por la vía en tren, debido a la falta de seguridad, y la Diputación de Salamanca, con el permiso de ADIF, prevé en este año ejecutar una inversión de 800.000 euros para apuntalar la seguridad de toda la vía, en sus últimos 17 kilómetros, para que se pueda recorrer bien a pie o bien mediante vehículos ligeros.

"Sería un paso muy importante para poner en valor este recurso turístico", ha señalado hoy a EFE el alcalde de La Fregeneda, Bernardo García.

El regidor también ha recordado que de marzo a noviembre comienzan los cruceros en barco, ya que el río Duero es navegable desde La Fregeneda, justo en la frontera que marca el muelle de Vega de Terrón, hasta su desembocadura en Oporto.

Los responsables políticos que han participado en el Día del Almendro se ha referido a que este muelle no se ha explotado como un puerto de mercancías y únicamente sirve para que lleguen turistas desde Oporto.

En el día de hoy, el pregón del Día del Almendro lo ha pronunciado el delegado de la Junta de Castilla y León en Salamanca, Bienvenido Mena.

Tras los actos institucionales de la mañana, miles de españoles y portugueses se han congregado en la frontera para almorzar el típico hornazo, una empanada elaborada a base de embutido de cerdo.