Con corbata y alevosía

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Parece ser, que es en la Península Ibérica donde campa a sus anchas el Homo-Corruptus de nuestros días. Con corbata y alevosía se mueve por España, haciendo de ésta su hábitat perfecto.

Con sus armas y artimañas, con sus mentiras y patrañas, pasan desapercibidos entre la gente de a pie, esquivan la cárcel y burlan la Ley.

Las tarjetas negras, la contabilidad en “B”, facturas de viajes, de prostíbulos, regalos caros, trajes, comisiones fantasma y una consigna: “Pase lo que pase, no dimitir”.

Estos “piratas de escaño” que ríen maliciosamente mientras se frotan las manos contemplando su particular mapa del tesoro, cuyo cofre, marcado con una “x” se encuentra en una cuenta corriente de Suiza.

El macabro juego de concejales y empresarios que convierten a la mayoría de ayuntamientos en sus particulares “casas de apuesta”, artistas y deportistas de elite que engañan al fisco, banqueros que se “auto indemnizan” cobrando sumas escandalosas… ¡TODO UN ELENCO DE ENERGÚMENOS!

Se ha pasado del Homo-sapiens al Homo-corruptus, una involución en toda regla.