La Casta y la Caspa

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Y no van obligadamente separadas siempre, hay caspa en la Casta con demasiada frecuencia y caspa en la caspa.

La política no es una ciencia, es una actividad que desempeñan los gobernantes para la mejor organización de las sociedades humanas y el gobierno de los estados. Y ahí está el problema, no son ideologías las que diferencias a los gobernantes de las democracias, son las actitudes. Unos tienen una actitud más humanista y otros más economicista.

Pero por lo general ambos tienen el verdadero problema de fondo: la falta de nivel.

Para ser político no se requiere titulación, es mucho más exigente el conocimiento para la práctica de la “gobernancia”. Requiere cultura, capacidad de comprensión, reflexión, empatía, capacidad de análisis, claridad en la intención, personalidad, capacidad intelectual y principios morales sólidos.

Platón define la política como un arte. El arte basado esencialmente en la ética y la condición del hombre para vivir en una sociedad organizada.

Cojan ustedes al pleno de Congreso de los Diputados y pregúntenles que pensaba Platón de la política…si alguno les contesta regálenle un bote de champú HS.

Tenemos unos políticos casposos, corruptos, inoperantes e insensibles y por ello el grueso de la sociedad sufre las consecuencias.

Tenemos una organización social basada en lo económico y no en el bienestar del ciudadano.

Tenemos una alta valoración del estar y no del ser.

Y el ciudadano de a pie vive superficialmente de los slogans en los que se refugian los partidos para no decir nada y vender su engañoso producto.

Como máxima reflexión, hay ciudadanos que me dicen: “Todos son iguales y a pesar de lo ladrones que son los del PP han hecho mucho por la crisis que los del PSOE dejaron España en la ruina y los otros harían menos. Y los de Podemos nos llevan al desastre”.

¿Aprecian ustedes los slogans?. Calan, calan en unos ciudadanos que juzgan en base a frases predeterminadas tanto de un lado como de otro.

¿Quién tiene el valor de romper ese cascarón protector contra la inteligencia?

¿Quién se atreve a exponer un ideario político razonado y razonable ante esa simplificación?

¿Cómo se interrumpe ese mantra adormecedor?


Con valor, con decisión, con convencimiento, con honradez. Con personas decididas a cambiar lo malo que la caspa de la Casta ha implantado en nuestra sociedad como inamovible.

Con un plan de gobierno mesurado, concreto, limpio. Con la colaboración de todos aquellos que quieren participar en la política con un sentido de servicio a sus conciudadanos, que llegan como Platón, por el conocimiento de que una sociedad sin ética y buena organización no será nunca una sociedad justa.

Ayudar a la comunidad española a vivir con dignidad. Acceder a la política por el interés general, sin ocultos deseos de medrar o enriquecerse con el bien común.

Llegar a la política con las manos limpias y mantenerse así.

Llegar desnudo de ambiciones personalistas.

En pelotas, como Albert.


Ana de Rojas