Detenido en Béjar el joven que mató a su padre en un pueblo de Cáceres, huido de la Justicia

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Fuente: Diario Hoy / Guardia Civil de Cáceres

La Guardia Civil detuvo este domingo, 11 de enero, en Béjar, a José Carlos Triguero, huido de la Justicia a mediados de octubre del pasado año tras ser condenado a 17 años y medio de cárcel por el asesinato de su padre en Logrosán.

José Carlos Triguero y su madre, Rosa Durán, eran sospechosos de haber planeado matar a sangre fría a su padre y esposo, el empresario Alfonso Triguero Pedrero, de 51 años, al dispararle con una escopeta de caza cuando dormía en su cama, a las tres de la madrugada del 14 de febrero de 2011. Él y su madre ingresaron en prisión el 28 de junio de 2011, al considerar la juez que investigaba el caso que había pruebas de que cometieron el crimen. José Carlos fue tratado de depresión en el centro penitenciario de Cáceres, no aguantaba y cuando llevaba 13 meses y medio encerrado, el 10 de agosto de 2012 salió de prisión al pagar la fianza de 45.000 euros, a los dos meses salió su madre tras pagar también una fianza de 45.000 euros.

José Carlos Triguero y su madre fueron juzgados del 22 al 25 de septiembre en la Audiencia de Cáceres. José Carlos declaró en el primer día del juicio de una manera algo arrogante, levantado, apoyando los dos puños en la mesa, repitiendo que él no había matado a su padre, con el que aseguraba que se llevaba muy bien. Poco a poco las pruebas que le acusaban fueron presentándose ante los nueve miembros del jurado, y él parecía que se iba desesperando.

El cuarto día del juicio, el 25 de septiembre, a las doce de la mañana escuchó el veredicto: culpable. La mayoría de los que formaban el jurado, 7 de 9, indicaron que él fue el autor material del crimen, él fue quien disparó la escopeta en el costado de su padre cuando dormía. En el gatillo estaban sus huellas y su pijama tenía restos de pólvora; su madre también era considerada una asesina, al asegurar que con su hijo había urdido el plan para terminar con la vida de Alfonso Triguero. La cara de José Carlos cambió totalmente.

Como la sentencia aún no era firme, ya que podía ser recurrida a la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia, la Audiencia decidió no ordenar su ingreso en prisión, desoyendo la petición de la fiscalía y la acusación particular, por lo que madre e hijo se volvieron a Logrosán.

Tras el juicio seguían en libertad con la obligación de ir una vez a la semana al Juzgado de Logrosán, y ya habían entregado el pasaporte. El jueves 9 de octubre, Rosa Durán acudió al Juzgado en donde le entregaron la sentencia que le condenaba a 17 años y medio de prisión. A su hijo le tocaba ir al Juzgado al día siguiente, el viernes 10 de octubre, pero no acudió.

La madre y su hermana avisaron al abogado defensor de José Carlos Triguero, al letrado Marcelino Rodríguez, de que no sabían dónde estaba, que se había ido del pueblo dejando el coche y que no cogía el teléfono móvil. El abogado defensor avisó entonces a la Guardia Civil. Lo único que se sabía es que se había llevado varias bolsas con bastante ropa, de invierno y de verano. De haber sido encontrado definitivamente culpable, a José Carlos Triguero le podían haber quedado de seis meses a un año de libertad, hasta que la Sala de lo Civil y Penal viera el recurso, pero él tenía claro que no aguanta la cárcel y huyó.