EL Parque de Batuecas recopilará en Serradilla, El Maíllo y El Cabaco el uso de las plantas

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PLANTA DENOMINADA CHUPAMIEL


EL Parque Natural de Las Batuecas desarrollará en los próximos días varios trabajos de recopilación de los nombres y usos tradicionales de las plantas.

El objetivo es que los mayores de los pueblos expliquen a los técnicos el nombre de plantas autóctonas de la zonas y sus usos para diferentes ámbitos tanto curativos como ornamentales.

La primera sesión se celebrará en El Cabaco el sábado, 22 de noviembre a las diez de la mañana. Ese mismo día habrá una segunda sesión en El Maíllo a las cuatro de la tarde y el Serradilla del Arroyo tendrá lugar una reunión con las gentes del pueblo a las diez de la mañana en el Ayuntamiento.

Plantas singulares del Parque Natural Sierra de Francia

Una de las más singulares es que llaman los vecinos de la Sierra de Francia como la Cirigüella, también ldenominada Cirigüeña, que antaño las gentes de estos pueblos las usaban para curar las heridas tanto de las personas como de los animales. Incluso, cuentan algunos mayores, que servían para curar las verrugas. Esta planta tiene una sustancia amarillenta, parecida al yodo, que es la que se aplica y cura las heridas.

Otra muy peculiar es la  Anjunia, que  se usaba para curarle las heridas al ganado. Esta planta se cocía y, posteriormente, el jugo obtenido, es el que se aplicaba en la herida del ganado.

Para la inflamación del hígado el mejor remedio era el caldo obtenido de cocer las ortigas.

Llama la atención, sobre todo por su nombre, la planta denominada Chupamiel, que la cogían los ganaderos de estos pueblos de la Sierra de Francia para dar de comer a los cerdos, ya que a los marranos les encanta porque sus hojas son muy tiernas.

El mejor remedio casero para las picaduras de los insectos se obtenía de la planta conocida vulgarmente como Llantén, que se aplicaba directamente sobre la zona afectada por la picadura.

La mejor forma de espantar las moscas que "abrasaban" en los calurosos veranos de la Sierra de Francia a las caballerías era mediante la planta denominada "Hortelana de Burro", que tenía efectos repelentes en las moscas.

Al igual que en muchas aldeas, las plantas forman parte del ritual de los pueblos: es el caso del tomillo de corpus, muy usado en los pueblos de la Sierra de Francia; o la planta que llaman los vecinos de Monsagro "Gazapeo", que servía para confeccionar un ramo que se entregaba a las mozas la víspera de San Pedro.

En la Sierra de Francia usaban la planta "Rejileta" para que jugaran los niños y en Monsagro era tradición jugar al "Monja-Cura-Fraile" con las amapolas: si el capullo era blanco se identificaba con monja, si el niño abría un capullo rosa entonces era fraile y si era rojo, entonces era cura