De vuelta a los pueblos de El Rebollar para recoger resina, tras quedarse en paro en la capital
Ingenieros técnicos, carpinteros, encofradores o, incluso, detectives privados han decidido regresar a su pueblo de origen, en la comarca salmantina de El Rebollar, para recolectar resina de pino, ante la falta de oportunidades laborales en las grandes urbes.
Se trata de un fenómeno que cada vez tiene más éxito en tres pueblos salmantinos, Robleda, El Payo y Navasfrías, donde los Ayuntamientos han decidido ofrecer los pinares públicos a las gentes en paro o a hijos del pueblo que emigraron hace años y que no tienen trabajo.
Miguel Alberquilla, detective privado, y su mujer Sara Vera, técnico superior de química ambiental, lo tienen claro, ya que han decidido regresar a El Payo con sus tres hijos, después de una larga temporada sin trabajo en Madrid.
La resina del pino es una buena opción para obtener ingresos, ya que se recoge desde mediados de marzo ya hasta mediados del mes de octubre y "te ganas un buen jornal", explica Roberto Alfonso, un joven de Navasfrías con 36 años, en su primera campaña como resinero, después de que haya regresado de León donde tuvo que cerrar su carpintería metálica.
Luis Naváis, vecino de Navasfrías, ha explicado hoy a ENCIUDADRODRIGO.COM que para él "la resina ha sido una buena solución laboral", ya que se quedó sin trabajo hace un año y ha podido hacer esta campaña como resinero.
El alcalde de Robleda, José Luis Varas, asegura a ENCIUDADRORIGO.COM que "son muchos los jóvenes que han encontrado una salida laboral en este oficio desde hace tres campañas".
Hasta hace unos años los pinares de estos pueblos, que forman parte del Espacio Natural de El Rebollar, sólo se usaban para el aprovechamiento de la madera y ahora se ha invertido el uso, ya que la recolección de la resina es bastante rentable.
Las fábricas segovianas de Coca y de Cuéllar han pagado esta campaña el kilo de resina en una horquilla de 1 y 1,05 euros, lo que significa una subida de diez céntimos con respecto al año anterior.
Cada joven, para que la actividad sea rentable, se tiene que encargar de unos 3.500 o 4.000 pinos, de los que saca, de media, alrededor de tres kilos de resina por árbol entre marzo y octubre.
En Robleda fueron pioneros en la provincia de Salamanca e iniciar hace tres años esta actividad para colocar a los jóvenes en paro, le siguió hace dos años El Payo y esta campaña decidió copiar la iniciativa el Ayuntamiento de Navasfrías, que entregó a la gente en paro los pinares públicos.
Celso Ramos, alcalde de Navasfrías, ha avanzado que para la próxima campaña que empezará en marzo de 2015, dado "el éxito de ésta", se ampliarán las zonas de extracción de resina para dar más trabajo, ya que "hay mucha gente que está solicitando quedarse con alguna mancha de pinar para extraer resina".
La resina es un producto cada vez más demandado que se usa como sustituto de los derivados del petróleo.
La Asociación para el Desarrollo de la Comarca de Ciudad Rodrigo, a través de un programa para fijar población en el medio rural, ha solicitado al ECYL un curso de varios meses para formar a jóvenes resineros, ya que "son muchos los pinares que hay desaprovechados en la zona y haría falta mano de obra cualificado", según María Ángeles Hernández, técnico de dicha asociación.
De izq a dcha: Luis Naváis, Roberto Alfonso, Celso Ramos (alcalde Navasfrías) y Miguel Alberquilla (de El Payo)
