Rápido y divido encierro en Fuenteguinaldo, con el inconveniente del polvo, que restó visibilidad a los aficionados

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REPORTAJE GRÁFICO: Sara Bayón Martín


Rápido y divido, el encierro de los cinco toros de la ganadería de Francisco Madrazo, protagonistas en la jornada de este sábado, 23 de agosto, del segundo encierro a caballo de las fiestas de San Bartolomé de Fuenteguinaldo.

Los toros llegaron al pueblo divididos en tres lotes. Un primer astado se adelantó sobremanera al resto de la manada, aunque no llegó a emplazarse, a pesar de ser cita por los mozos. Después, en el grueso del encierro, venían tres toros muy bien arropados por los caballistas y, ya al final, con el grupo de cabestros, entraba el quinto y último toro en el inicio del recorrido urbano.

Grave error, la falta de riego

Despúes de todo un año esperando y con la experiencia que tiene Fuenteguinaldo, en la jornada de este sábado se cometió un error que resto gran parte de la vistosidad. Y es que nadie regó la zona de la entrada al pueblo donde hay esparcida arena, motivo por el que cuando pasaron la manada y los jinetes la polvareda fue monumental, motivo por el que se deslució el espectáculo

Una hora de retraso y una herida grave

El encierro se demoró durante algo más de una hora, debido a que hubo una mujer que resultó herida de gravedad, tras caerse desde una de las talanqueras.

La señora, de origen fracés, cayó de espaldas al suelo, por lo que ha sufrido un traumatismo creneal en la zona del occipital. Tuvo que acudir el helicóptero y hasta que no fue evacuada, pasadas las doce y media, no comenzó el festejo taurino.


FOTOS: Sara Bayón Martín