En Siega Verde, Patrimonio de la Humanidad, hubo megalóceros y rinocerontes lanudos, ya extintos

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En la Estación Arqueológica Rupestre de Siega Verde (Salamanca), a orillas del río Águeda, declarada Patrimonio de la Humanidad, hubo, según se desprende de sus grabados, rinocerontes lanudos y ciervos megalóceros, hoy ya extinguidos.

Esta información la han desvelado hoy a www.enciudadrodrigo.com los responsables del Yacimiento Arqueológico de Siega Verde durante la inauguración de la exposición "El Arte de la Luz", que muestra en el Palacio de los Águila de Ciudad Rodrigo (Salamanca) la belleza de los grabados del Paleolítico Superior que hay en las rocas de este enclave.

De los 645 grabados que tiene Siega Verde, sobre un total de 94 rocas, la mayoría pizarras, algunos representan los denominados megalóceros, también conocidos como ciervos gigantes o ciervo irlandés, dadas sus ponderadas dimensiones, ya que los machos tenían una cornamenta muy poderosa y un cuerpo por encima de los dos metros.

Se demuestra, así, que los cazadores que se asentaron en el río Águeda, a 15 kilómetros de Ciudad Rodrigo, convivían e intentaban cazar este tipo de animales durante el período del Solutrense, 18.000 - 15.000 años aC.

Además, en alguna otra roca se ha podido comprobar que los cazadores del Solutrense también grababan sobre la roca la silueta de los rinocerontes lanudos, animales que se extinguieron hace 8.000 años, también de gran corpulencia ya que tenían una longitud de 4 metros y una altura de 2 metros.

La exposición inaugurada hoy por la Junta de Castilla y León, La Asociación para el Desarrollo de la Comarca de Ciudad Rodrigo (ADECOCIR) y los pueblos donde se asienta Siega Verde, Serranillo, Martillán y Castillejo de Martín Viejo, muestra los grabados tanto de Siega Verde como de la Estación Rupestre portuguesa de Foz Côa, próxima a la salmantina y cuyos grabados son de la misma época.

De hecho, Siega Verde fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2010 como extensión de Foz Côa, que obtuvo dicho reconocimiento en 1998.

Las muestra consta de una quincena de paneles fotográficos donde se juega con la luz de las pizarras donde está las representaciones de hace 18.000 años.

En ellos se pueden ver todo tipo de animales representados por los cazadores de aquella época con la ayuda de algún buril de sílex o cuarcita y con cantos rodados del río Águeda que usaban a modo de mazo.

Según los expertos de Siega Verde, el dibujo sobre la roca lo podían hacer en varios minutos o podían pasar varios años hasta que lo terminaban.

La exposición inaugurada hoy pretende ser itinerante y recorrer la geografía de la península Ibérica para mostrar las excelencias de ambos yacimientos arqueológicos que tienen el privilegio de ser el primero y único Patrimonio Humanidad transfronterizo que comparten España y Portugal.