Ciudad Rodrigo exhibe desde hoy los atavíos de Castilla y León en el Palacio de los Águila
El coleccionista de trajes típicos, Alfonso Díez Ausín, muestra desde hoy en Ciudad Rodrigo las connotaciones de los atavíos más tradicionales Castilla y León, a partir de su colección de indumentarias. La Exposición se enmarca en la III Escuela de Folclore, organizada por la delegación de Cultura del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, que dirige Enrique Cencerrado. La Escuela ha sido inaugurada hoy por el teniente de alcalde, Marcelino Cordero y, acto seguido, ha dado una conferencia Eusebio, del Grupo Mayalde, en el Palacio de los Águila, cuyo salón de acto estaba prácticamente repleto.
El objetivo de la exposición es que el visitante que acceda a la muestra, situada en una de las galerías del Palacio de los Águila, descubra el argot de los trajes típicos y sus verdadera historia.
En total, se exhiben joyas que acompañan a los trajes y una treintena de indumentarias que se usaban en distintas provincias de Castilla y León y en diferentes momentos del año.
La exposición, titulada "Vestir el rito", explica qué es una faltriquera (bolso del siglo XIX), un justillo (el corpiño que usaban las mujeres de hace doscientos años) o una cuévana, que era un cesto de avellano que utilizaban las pasiegas burgalesas para llevar a sus bebés.
Una de las joyas de la colección es la montera que usó la infanta Isabel, "La Chata", en manos ahora de Alfonso Díez y que se colocaban en la cabeza las que se ataviaban con el traje típico pasiego.
El jugón (chaquetilla de mujer), el marsillé (chaquetilla goyesca de hombre) o el digero (cinturón que usaban los niños del que colgaban los amuletos), son algunos de los elementos que acompañan a los diferentes trajes típicos y que se muestran al visitante en una exposición que estará abierta hasta finales del mes de agosto.
Entre los más llamativos, el denominado traje de Las Nodrizas, que era el que se ponían las amas de cría del Palacio Real.
Todas las amas de cría "llegaban de la provincia de Burgos, ya que se entendía que eran ejemplo de pureza, temple y buena leche", concluye el responsable de la exposición, Alfonso Díez.
