ENTRE ROBLES
(Ir a versión Habla de El Rebollar)
En esta época
vemos en la televisión todos los días a las selecciones de fútbol en esto que
llaman el Mundial, donde se juntan los mejores equipos por países. Van jugando
partidos y, los mejores (o los que más suerte han tenido) van pasando a la
siguiente ronda. Los nuestros, los de la Selección Española, fueron los
primeros en volverse a casa.
Con todo esto
de que a la Selección la han eliminado antes de tiempo, enseguida han salido
voces que les han puesto a escurrir, seguramente las mismas voces que no hace
mucho tiempo les alababan por ganar el Mundial de Sudáfrica y las dos
Eurocopas. ¡Qué poca memoria! Claro, que también tenemos a os que están con
este equipo hasta la muerte y, aunque hayan perdido, están igual de orgullosos
de ellos por los muchos años que nos han hecho disfrutar y porque es el equipo
que representa a nuestro país.
Y todo eso está
muy bien pero, ¿por qué no estamos igual de orgullosos de las demás selecciones
de nuestro país? Porque también han ganado muchas cosas los equipos de
baloncesto, de fútbol sala, de balonmano, de waterpolo, de hockey patines, de
hockey hierba,... Y cuando se celebran mundiales de esos deportes no salen
banderas a la calle, ni parece que nadie esté orgulloso de ellos. Aunque esté
muy bien estar orgullosos de nuestra selección de fútbol, no me parece que
tenga que ser más importante que os demás equipos de otros deportes.
Y, sin querer
menospreciar a los deportes, ¿es que no tenemos en nuestro país, y en nuestra
tierra, cosas de las que estar orgullosos? Pues claro que sí, y de eso
tendríamos que estar mucho más orgullosos. Tendríamos que estar mucho más
orgullosos de nuestra cultura y, muchas veces, a mucha gente le parece que lo
de fuera es mejor o, como pasa con las lenguas, que sólo vale una, lo que hace
a nuestra tierra mucho más pobre. La misma constitución (sí, esa que los
políticos sacan del cajón cuando les viene bien) dice que la riqueza
lingüística de nuestro país (entre la que se encuentra nuestra habla leonesa de
El Rebollar) es una riqueza que merece especial respeto y protección. Cuando
esto se cumpla sí que será algo de lo que estar orgullosos.
Tendríamos que
estar también muy orgullosos de nuestra historia, pues la Península y las
gentes que en ella viven y vivieron han hecho cosas muy grandes en todo el
Mundo. Desde aquí partieron los primeros hombres que dieron la vuelta al Mundo.
Aquí estuvieron y dejaron huella celtas, visigodos, musulmanes, judíos,
cristianos,... De la Península salieron Premios Nóbel como Ramón y Cajal
(Medicina), Camilo José Cela, Ortega y Gasset y José Saramago (éste último
portugués, todos ellos en Literatura). Eso sí que es, de verdad, para estar
orgullosos. ¿Y qué pasa? que muchas veces parece que una parte de la historia
quiere esconderse. ¿Cómo puede ser que los ingleses hayan presumido tanto
tiempo de parlamento y cortes cuando las primeras Cortes de Europa se hicieron
en nuestro Reino de León en el año 1188? ¿Y que en España casi nadie lo sepa?
Verdaderamente,
algo falla en nuestra tierra cuando no hacemos bandera de lo ricos que somos en
lenguas: leonés (lengua dentro de la que está nuestra “palra d’El Rebollal”), castellano, euskera, gallego, catalán,
aragonés, aranés, portugués,...
Verdaderamente,
algo falla en nuestra tierra cuando no hacemos bandera de nuestra naturaleza,
sino todo lo contrario, con las costas destrozadas y los montes camino de
ello,...
Verdaderamente,
algo falla en nuestra tierra cuando, por toda cultura, se venden nada más que
tópicos no ya en el extranjero, sino dentro mismo de nuestro país, como si
todos tuviésemos que saber bailar sevillanas, o saber torear, o saber tocar la
guitarra. ¿Y nuestros charros? ¿Y nuestras charradas? ¿Y nuestras jotas y
fandangos? ¿Y nuestros corridos? ¿Y nuestra gaita charra? ¿Y el pandero
cuadrado? ¿Y la gaita gallega? ¿Y la sanabresa? ¿Y la alboka? ¿Y la dulzaina?
Nuestra tierra
tiene un montón de cosas de las que estar orgullosos. Y, si de verdad estamos
orgullosos de nuestra tierra, querremos que siga siendo igual de rica en
historia, en cultura, en lenguas, en naturaleza, en patrimonio,... Estemos
orgullosos de nuestra tierra, estemos orgullosos de lo nuestro.