Tiempos Recios

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DESDE LA OTRA ORILLA

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Ayer mañana, mientras se estrenaba el segundo día de este mes de Junio, los medios de comunicación hacían cábalas sobre la comunicación Institucional que el presidente del gobierno, hacia a las 10 de mañana. Entre las posibilidades del contenido de tal comunicación, apenas aparecía la abdicación del rey de España.

Una vez dada la noticia y confirmada, a la una de la tarde, en comunicación solemne por el propio interesado, se desataron todas las cajas de todos los truenos, sin quedar ni uno. Aparecieron los resúmenes de estas casi décadas de jefatura de estado en distinta valoración, agradecimientos sublimes y cuestionamientos firmes; miradas al pasado y al futuro; posicionamientos sobre la sucesión y constantes reflexiones en torno al papel jugado por el monarca en la transición política. Llegada la tarde las plazas de muchos pueblos y ciudades de España se llenaron de personas pidiendo un referéndum.

Todo este paisaje descrito nos hace ver que esta España nuestra, no sabemos hasta qué punto y en qué matices, pero diversa y plural, vive la reciedumbre de unos tiempos que la vuelven a poner en una encrucijada de caminos frente a la historia. Otra vez más la convivencia de distintas necesidades. Intereses y sensibilidades la convierten en material en inflamable. Sera trata de una realidad que todos hemos de reconocer y valorar; donde ninguna voz ha de ser acallada por medio alguno, sino que ha de ser pasada siempre por la criba del bien común. Solamente el respeto a lo distinto nos lleva a todos a buen puerto, empezando por los sectores más vulnerables de la sociedad.

Estamos ante todo un reto histórico en el que, la siempre deseada convivencia de en paz de toda sociedad puede salir reforzada y legitimada por medio de la aprobación mayoritaria de los ciudadanos. Donde el acallar voces, por la fuerza, solo valdrá para consolidar masas sociales subyugadas e incomodas en un mundo que también es el suyo.

Por ello no perdamos de vista que en estos momentos, nuestro país necesita de cada uno de nosotros, pues ahora no vale mirar para el otro lado, ahora todos tenemos una palabra respetuosa pero firme, en un momento histórico mas comprometido de lo que nos parece.