Detenido en Villar de Ciervo por negarse a presidir la Mesa Electoral, ya que "este sistema es corrupto"

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Héctor Beas, un joven vecino de la localidad de Villar de Ciervo (Salamanca), ha sido detenido hoy porque se negó a presidir la Mesa Electoral de su pueblo, ya que, a su juicio, "este sistema es corrupto".
En declaraciones a www.enciudadrodrigo.com , tras ser puesto en libertad, Héctor Beas, que reside desde hace dos años en Villar de Ciervo, tras quedarse sin trabajo, asegura que fue por la mañana a la Mesa Electoral, situada en las escuelas del pueblo, le dio su Documento Nacional de Identidad a la Guardia Civil y les aseguró que no quería constituir la mesa de las votaciones.
"Una hora más tarde -sobre las 9 de la mañana- se presentó la Guardia Civil en mi casa, me sacaron y me llevaron detenido porque es un delito electoral", ha explicado Héctor Beas.

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Mesa Electoral de Villar de Ciervo
Tras permanecer esposado en las dependencias de la Guardia Civil de Ciudad Rodrigo (Salamanca), "me tomaron las huellas, me sacaron fotos y luego me soltaron", ha explicado.
Beas ha cometido este presunto delito electoral como acto de protesta, ya que, a su juicio, "siempre me estoy quejando y nunca hago nada", en relación a cambiar en actual sistema democrático.
"Al principio no lo pensé, pero en las últimas horas le he dado muchas vueltas a la cabeza", motivo por el que tomó la decisión de no presidir la Mesa Electoral.
A Beas le parece "injusto" que le hayan amenazado con tres o cuatro meses de cárcel y con una multa.
Por su parte, la nueva presidenta de la Mesa Electoral de Villar de Ciervo, Nieves Belda, ha explicado a este medio  que "la mañana ha transcurrido con total normalidad".
Ha asegurado que "han estado los responsables de la Guardia Civil de Ciudad Rodrigo" y que "todo ha ido sin problemas", una vez que llegó y se constituyó la mesa para las votaciones.
Villar de Ciervo es un municipio del oeste de la provincia de Salamanca, a 100 kilómetros de la capital, en la frontera con Portugal y en el que viven apenas 300 personas.

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Héctor Beas, el joven detenido