Hornazo para despedir la Semana Santa

Las gentes de las comarcas de Ciudad Rodrigo y El Abadengo, al oeste de Salamanca y en la frontera con Portugal, salen hoy al campo para degustar la típica empanada de hornazo, elaborada a base de embutido, y, así, decir adiós a la Semana Santa.

Esta empanada también se degusta en la capital charra y en los pueblos de su alfoz, pero lo hacen ocho días más tarde, el conocido como Lunes de Aguas, que este año será el próximo 28 de abril

Vecinos y personas oriundas de los pueblos del oeste de Salamanca compran la masa en las panaderías de la zona y ellos mismos se encargan de elaborar los hornazos en su propia casa.

En muchos casos, ya hay panaderías que durante todos los días de Semana Santa habilitan una sala para que la gente elabore allí su propio hornazo.

Es el caso de las panaderías de Fuentes de Oñoro, El Bodón, Serradilla del Arroyo o Fuenteguinaldo, que estos días elaboran miles de hornazos.

Una vez amasado y con el embutido casero de la matanza en su interior -lomo, salchichón, chorizo o jamón- la masa se baña con yema de huevo para que salga del horno con un tono oscuro.

El hornazo es, además, la empanada que utilizan los salmantinos para degustarla cualquier día de fiesta y hermandad, como por ejemplo, el Día del Ramo, que es cuando los mozos acuden al balcón de la novia casadera o el Día del Pendón, que se celebra en La Alberca para recordar la victoria de las mujeres de esta villa sobre las tropas lusas.

En este Domingo de Resurrección es habitual ver a vecinos portugueses de pueblos fronterizos como Almeida, Vale da Mula o Vilar Formoso compartiendo mesa y mantel en el campo en algún paraje de la frontera.

Hasta hace una década, el lugar de mayor concentración de gente para degustar el hornazo el Domingo de Resurrección era el Real Fuerte de la Concepción, que separa España y Portugal en la zona salmantino del Campo de Argañán, aunque ahora ya no es posible ya que se ha convertido en un hotel.