Imputados un ganadero y tres veterinarios por falsificar la identidad y procedencia de 211 caballos

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El Seprona de la Guardia Civil ha impotado a un veterinario y a tres ganaderos por su distinta participación en un delito de falsedad en documento público, al utilizar los datos de titulares de otras explotaciones ganaderas así como sus CEA’s (Código de Explotación Agraria) para documentar a otros caballos, bien propios o de procedencia desconocida, según informaron este martes fuentes del instituto armado.

Los hechos se iniciaron a raíz de unas supuestas irregularidades en la identificación de ganado caballar destinado a la venta para su sacrificio, observadas por veterinarios oficiales de la Junta de Castilla y León en la provincia burgalesa. El equipo de investigación del Seprona de Burgos tuvo conocimiento de estos hechos que se remontan al año 2012, investigando un intrincado asunto que finalmente ha implicado a un veterinario colegiado en Asturias y tres ganaderos (dos de Cantabria y uno de la provincia burgalesa).

El estudio de la documentación aportada en cada caso, microchips, pasaportes y documentación de transporte, permetieron días atrás imputar a un veterinario. Éste, valiéndose de su posición, utilizaba documentos de solicitud de identificación de ganado, para dotar de identidad a caballospropiedad de los ganaderos implicados.

Para ello aportaba datos de terceros ganaderos sin su consentimiento e incluso el CEA de la explotación para legalizar el ganado, falsificando firmas con intención final de facilitar su transporte hasta un matadero o para su venta a terceros, con el consiguiente beneficio.

Como continuación a las gestiones realizadas, tres ganaderos fueron identificados e imputados en los hechos, al verificar que se beneficiaban de estas falsificaciones. Legalizaban animales, a veces propios y en otras ocasiones de procedencia desconocida, utilizando los pasaportes facilitados. También colocaban transpondedores o microchips identificativos en ejemplares equinos que no se correspondían con las características ni con la propiedad de los animales que figuraban en los mismos.

Con los animales “legalizados” y dotados de identidad se facilitaba su destino para la venta o su derivación a un matadero, siempre con ánimo lucrativo. Hasta 211 caballos fueron detectados. Las diligencias fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción número 1 de Miranda de Ebro.