Dotemos de autoridad a la autoridad

|

OPINO, QUE NO SENTENCIO

Dotemos de autoridad a la autoridad


logo_1

Probablemente ha sido en la última década, quizás un poco antes, cuando ha sucedido algo inhóspito en la sociedad. Se trata de una reversión clara y evidente de una serie de valores que yo consideraría de primera categoría. A lo que yo llamo “valores de primera categoría”, son aquellos que si no son la esencia de la sociedad en general, o son mal entendidos, o mal interpretados, supondría un descenso drástico en la evolución de la Civilización, pues nos harían perder caracteres propiamente humanos para acercarnos todavía más a la naturaleza puramente animal. Casi todos estos valores están relacionados con el “sentido común”, y por mencionar alguno diría la defensa de la vida, la compasión, el perdón… Pero dos de los más importantes y que engloban a algunos de los ya mencionados son la “EDUCACIÓN” y el “RESPETO”.

Se dice que los derechos de una persona terminan donde lesionan el derecho de otra. Sin embargo, este límite no sería necesario siempre que aplicáramos en nuestro fuero interno el “sentido común” y los “valores de primera categoría”, es decir, la Educación y el Respeto incluyendo en estos dos valores algo que me parece claramente primordial y que es el “reconocimiento de la autoridad legítimamente constituida”.

Desde hace varios años, es habitual encontrarse en los medios de comunicación noticias relacionadas con ataques tanto verbales como físicos de alumnos a sus profesores. Esta situación ya es generalizada, no se trata de un hecho puntual, se ha extendido tanto que la consideramos hasta normal y hemos “hecho cayo”, ya no nos duele… Sin embargo esta pérdida de valores, está marcando nuestra vida, nuestro día a día… Quién no tiene respeto ni educación, no reconoce ninguna autoridad y se erige como impositor de su voluntad campando a sus anchas. Además los profesores no tienen ningún medio para defenderse de estos ataques, porque las consecuencias jurídicas pueden ser gravísimas. De esta manera son el blanco perfecto para los indeseables que ven el terreno despejado para hacer de su capa un sayo.

Pues bien, la situación ha evolucionado y el problema de los colegios e institutos ya lo tenemos en las calles. Más concretamente en manifestaciones consecutivas donde la voluntad de algunos manifestantes se eleva por encima del respeto, la educación brilla por su ausencia y descargan su ira contra quienes velan por todos, en este caso, la Policía. Este gremio con las manos atadas que se tiene que dejar amedrentar por aquellos a los que tiene que custodiar.

Creo que es el momento de ponerle freno a esta reversión de valores, es el momento de que volvamos a infundir los “valores de primera categoría”, volvamos a enseñar la envergadura del respeto, volvamos a iniciar en la trascendencia de la educación, y algo muy importante, volvamos a dotar de autoridad a la autoridad.