Año 2007, los toros del encierro del Bolsín se escapan y uno llega hasta la Avenida de Béjar

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Lance donde el toro casi coge al joven mirobrigense Pulido
Ocurrió hace ahora siete años, un 10 de febrero de 2007, año en que el Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo, con motivo de su 50 aniversario, se comprometió a ofrecer un segundo encierro a Caballo, que sería el Lunes de Carnaval.
Unos días antes del encierro, los caballistas del Bolsín se disponía a cambiar los toros de prado, desde Los Talayos hasta una zona de Valhondo más próxima. Sin embargo, todo salió mal y algún toro llegó al casco urbano de Ciudad Rodrigo.
Los cinco toros destinados al encierro a caballo del Lunes de Carnaval en Ciudad Rodrigo se escaparon esa mañana de febrero de 2007 y a media tarde todavía no estaban controlados.
Los astados provocaron la alarma a las calles de la localidad, ante la espectación de miles de aficionados.
El recorrido que en un principio estaba previsto tuvo que cambiarse por completo, ya que los toros arrancaron demasiado deprisa.

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Preocupación del entonces edil de Festejos Jesús Flores
Uno de ellos se marchó solo en dirección a Ciudad Rodrigo y subió por la avenida de Béjar, hasta donde se acercó un encerrador, Miguel Angel Flores, acompañado por la Guardia Civil, con el objetivo de sacar al astado de esta avenida. Miguel Flores corrió muchísimo riesgo y logró el propósito de que el morlaco no se adentrara por las calles de Miróbriga.
Durante el intento, el caballo en el que iba Flores sufrió una cornada en la parte de los cuartos traseros y el vehículo de la Guardia Civil también fue embestido.
Finalmente, el toro se asentó en una zona de campo donde volvió a protagonizar algún susto, ya que eran muchos los aficionados que intentaban recortarlo a campo abierto.
Un joven de Ciudad Rodrigo, Pulido, estuvo a punto de ser cogido por el astado, por lo que tuvo que saltar una tapia de más de dos metros por la que cayó, después de que el animal corriera más de cincuenta metros detrás de él.
Otro de los toros que levantó mucha expectación fue el que llegó escapado a la zona conocida como "La Calleja", también en las inmediaciones de Ciudad Rodrigo, donde se agolparon más de 2.000 personas y en la que numerosos jóvenes pudieron recortarlo sin que se produjeran incidentes de consideración.
La Guardia Civil, Policía Local y la concejalía de festejos del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, que entonces dirigía Jesús Flores, establecieron un dispositivo especial para salvaguardar la seguridad de los vecinos, ya que los toros estaban escapados sin que hubiera un control estricto sobre ellos.
Los responsables del Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo aseguraron que, desde el primer momento, la manada salió demasiado deprisa y que la gran espectación levantada junto con algunos "espantadores" provocaron que el encierro se escapara.
Los cinco toros del encierro se dispersaron esa tarde por La Calleja, La Ermita o la finca de Perita.
Dos coches que seguían el encierro también han sufrido las embestidas de los toros y no hay que lamentar ninguna cogida, salvo la caída de un hombre desde un cercado mientras observaba los toros escapados y que tuvo que ser atendido por el 112 ya que no se podía levantar.

SECUENCIA DE IMÁGENES DONDE EL TORO CASI COGE AL JOVEN MIROBRIGENSE PULIDO

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