Berkeley asegura que, tras la actividad minera en Retortillo, el entorno será reforestado para que que sus usos de dehesa queden igual

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Oficinas de Berkeley en Retortillo
La empresa Berkeley, que pretende crear una mina de extracción de uranio en Retortillo, ha asegurado hoy en un comunicado de prensa que, tras la actividad minera, la zona afectada, 242 hectáreas, tendrá los mismos usos forestales y ganaderos que los de ahora, ya que aplicará un plan de reforestación sobre la totalidad de la zona.
Según Berkeley, habrá regeneración de suelo vegetal, siembre y reforestación, con una inversión de alrededor de 13 millones de euros..
También desarrollarán un proyecto de recuperación de hábitat en el entorno minero.
Gestión del agua
Según Berkeley, en el fondo del río Yeltes la radiacón actual es muy superior a los valores medios y aseguran en la nota de prensa que la hipotética actividad minera no supondrá el aumento de estos límites existentes. 
También pretenden crear un circuito cerrado de agua para la actividad minera, aunque en algunos momentos necesitarán bombear agua del río Yeltes.
En los últimos años, Berkeley ha mostrado su interés por la explotación del uranio de las provincias de Salamanca y Cáceres, especialmente en los términos municipales salmantinos de Retortillo, Villavieja de Yeltes y La Alameda de Gardón.


El comunicado de Berkeley, emitido hoy, dice lo siguiente:

El Plan de Explotación de los yacimientos de uranio de Retortillo y Santidad que ha desarrollado Berkeley Minera incluye un Plan de Restauración que recuperará los usos de actuales de las 236 hectáreas de suelo que se verán afectadas por el proceso extractivo.

El Plan de Restauración elaborado por Berkeley, que contará con un presupuesto superior a los 13 millones de euros, potenciará la formación de nuevas dehesas, mediante la revegetación con especies autóctonas. La restauración y rehabilitación del espacio afectado por las actividades mineras se verá facilitado gracias a la utilización en la explotación del método de minería de transferencia, que permite ir realizando la recuperación del terreno desde el inicio de la explotación, lo que minimiza el tamaño de las escombreras y del resto de las instalaciones.

En una primera fase, el material extraído se ubicará en las escombreras permanentes y temporales, que se realizarán de tal manera que servirán de pantalla que evite el impacto visual de la explotación. Se irán remodelando y revegetando simultáneamente a su construcción para acelerar la integración con el entorno.

En una segunda fase, los tramos ya explotados se rellenan con el material no utilizable (estériles) extraído de otra zona. Una vez lograda la morfología final de las cortas, se procederá al aporte de la capa superior de suelo vegetal, y a la siembra en todas las superficies. Estas siembras son la primera fase de la revegetación y se usarán para favorecer el establecimiento de la cubierta vegetal. Un año después, se realizará la plantación con las especies y densidades establecidas en el Plan de Restauración para cada una de las zonas a restaurar, con el fin de que la apariencia final de las zonas restauradas sea similar al de las zonas circundantes.

Dependiendo de la tipología del suelo a restaurar, se prevén tres tipos de restauración: en la mitad de la superficie afectada (142 hectáreas), se recuperará el uso agroforestal de dehesa actual; en otras 100 hectáreas en donde no es posible el uso de dehesa, se efectuará plantación y siembra. Por último, la restauración de los cauces y las márgenes del arroyo se realizará con plantaciones de vegetación de ribera.

La vegetación a utilizar en las labores de restauración serán especies autóctonas propias de las formaciones naturales y de repoblaciones presentes por la zona.

Además, conforme a la Declaración de Impacto Ambiental favorable emitida el pasado septiembre por la Consejería de Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, el Plan de Restauración deberá incluir, al menos, el compromiso de desarrollar un Proyecto de Recuperación de Hábitats en una zona degradada del entorno de los términos municipales donde se desarrolla el proyecto, preferentemente en terrenos de utilidad pública.

Así, conforme a la DIA, se prevé la forestación de una superficie adicional de un mínimo de 75 hectáreas; o bien, en su lugar, que se realicen labores de regeneración de superficie de dehesa con muy baja fracción de cabida cubierta y arbolado sobremaduro, en superficies en el entorno de la explotación no menores a 100 hectáreas, de las que al menos 5 hectáreas serán de zonas de riberas o zonas húmedas.

GESTIÓN DEL AGUA

El proyecto de explotación que Berkeley Minera ha desarrollado para el yacimiento Retortillo-Santidad incluye además un Plan Integral de Gestión del Agua donde se plantea la reutilización del agua en su mayor parte, trabajando en circuito cerrado. En ocasiones, puede ser necesario el aporte de agua procedente del bombeo del río Yeltes, aunque principalmente este aporte provendrá del frente de trabajo en la mina, de las escorrentías o del tratamiento de aguas ya utilizadas, tratando siempre de maximizar la utilización del agua procedente del desaguado de la mina y de la reutilización frente al de la captación del río.

Se han estudiado minuciosamente los caudales del río Yeltes en distintas estaciones el año y considerando las condiciones, tanto en años secos como lluviosos. El caudal máximo que se extraerá de dicho río tendrá lugar en el primer año de actividad de la mina. Este volumen máximo de agua, captada durante el primer año, apenas supone el 0,4% de la aportación media del río Yeltes, volumen que no tiene nada que ver con los “millones de metros cúbicos de agua”, que a veces mencionan algunos medios periodísticos.

Por otra parte, conviene resaltar que en la actualidad los valores de radiactividad natural de fondo del río son muy superiores a los valores medios que tendría en el caso de que los yacimientos no existieran, e incluso superan en algunos meses del año los límites máximos establecidos en la legislación española de contenido de radiactividad en agua potable, aunque ello no suponga un riesgo para la población o el medio natural circundante.

Berkeley ha desarrollado para Retortillo-Santidad un proyecto riguroso que cumple con toda la normativa aplicable, tanto desde el punto de vista minero como medioambiental y de protección radiológica y que tiene en cuenta la prevención exhaustiva de todos los riesgos para la salud de las personas y el medio ambiente, tal y como ha sido recogido en la Declaración de Impacto Ambiental, y que garantiza que la explotación no provocará niveles de radiación natural mayores de los ya existentes en la zona, y que como se ha resaltado, son completamente compatibles con el entorno.

Berkeley Minera es una de las pocas empresas mineras en España que cuenta con las certificaciones de Gestión Minera Sostenible (UNE 22470/UNE 22480) y de Gestión Ambiental (UNE-EN-ISO 14001).

Estas normas garantizan que se realiza de manera sistemática el seguimiento y control de los indicadores de sostenibilidad minera y permite integrar dentro de la gestión general de la empresa el concepto de mejora continua en la sostenibilidad de sus proyectos y operaciones.

Berkeley utilizará técnicas especiales para minimizar la producción de polvo y garantizar que las emisiones se sitúen dentro de los límites establecidos por la legislación vigente. Así, por ejemplo, tal y como obliga la Declaración de Impacto Ambiental, se implementarán sistemas de ventilación y supresión de polvo por extracción y o aspersión de agua para reducir los niveles y se prevén otras medidas correctoras como diseño de las voladuras y control de las mismas para minimizar la producción de polvo, limitación de la velocidad de tránsito de vehículos, etc.

Las “voladuras masivas” de las que a veces hablan algunas asociaciones ecologistas se reducen conforme al Plan de Explotación a un máximo de 1 voladura diaria que precisamente lo que provoca es la posibilidad de minimizar su volumen y por tanto el impacto que otro tipo de voladuras más masivas pudieran provocar.

En cuanto al tráfico de camiones, subrayar que los camiones de mina circularán en el recinto de la misma y no van a salir de ella. No se va a construir ninguna circunvalación. Sin embargo, sí que se va a desviar en una longitud de unos 4 kilómetros la carretera SA-322, separándose del trazado actual en unos 500 metros aproximadamente. Una vez que la mina esté en explotación, los camiones que salgan con la producción serán de pequeño tonelaje y serán 4 al mes. Nada que ver tampoco con “los cientos de camiones” que a veces mencionan algunas asociaciones ecologistas.

Berkeley utilizará las últimas tecnologías en la detección, control y acciones correctoras para los contaminantes químicos  y radiactivos. Por ejemplo la tecnología de tratamiento de mineral utilizada por Berkeley, denominada lixiviación estática  y que constituye el núcleo del proceso, es ambientalmente más sostenible que anteriores tecnologías aplicadas en nuestro país pues no producirá los típicos lodos radiactivos que deberían ser almacenados en balsas, sino que Berkeley pretende realizar una restauración integral de la zona afectada retornando al hueco de la mina, adecuadamente sellado conforme las tecnologías probadas más avanzadas ambientalmente más responsables, la totalidad de los materiales residuales sean estos radiactivos o no.

Según publica la página web del Colegio Oficial de Geólogos www.icog.es, en la reunión anual del citado Colegio celebrada en diciembre de 2013, el Subdirector General de Minas del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, recordó que actualmente existen 3.411 explotaciones mineras en activo en España que dan empleo directo a 35.262 personas y con un valor de producción de 3.250 millones de euros, que “generan riqueza para el país”; y que “las distintas administraciones regionales, a su vez, están estudiando veinte nuevos proyectos mineros que representarían entre 15.000 y 20.000 puestos de trabajo más para el sector”.

El efecto multiplicador de la actividad minera es evidente. Según los resultados del estudio del Centro de Investigación Internacional de Inteligencia Territorial, y que han sido recogidos recientemente por la prensa andaluza,  Las dos únicas minas de metales en activo actualmente en Andalucía -Aguas Teñidas (Huelva) y Cobre las Cruces (Sevilla)- han traído consigo una notable reactivación de la economía de sus áreas de influencia, formada en ese caso por 32 municipios, que se plasma sobre todo en un incremento de las afiliaciones a la Seguridad Social del 34,68%, frente a una caída del 8,3% de media en el resto de municipios de las dos provincias y un aumento de la población del 3,1% en los municipios incluidos en el área de acción de estas explotaciones mineras, frente al aumento del 1,9% del resto. Y además, la población en edad de trabajar (16-64 años) aumentó un 4,3%, en contraste con el 1% del resto.

Berkeley Minera España, filial de Berkeley Resources, es titular al 100% de los derechos mineros de los yacimientos de Retortillo y de Santidad, que cuentan con unos recursos mineros de uranio estimados en un total de 20,5 millones de toneladas de mineral, lo que equivale a unas 11,4 millones de libras de óxido de uranio (U3O8).

Berkeley Resources Ltd. es una compañía minera australiana que centra su actividad en la exploración y explotación de yacimientos de uranio y otros metales y posee amplios permisos y proyectos de uranio en Salamanca. Cotiza desde 2003 en la bolsa de Australia (ASX), así como en el mercado de inversión alternativo de la Bolsa de Londres (AIM).

Berkeley, que opera en España a través de su filial Berkeley Minera España (BME), es en la actualidad el mayor investigador  de mineral de uranio en España, con permisos de investigación en Salamanca y Cáceres, las provincias españolas más ricas en uranio.