La Tía Gora, de Peñaparda, cumple 109 años y asegura que no le duele nada

|


1_107
La mujer más longeva de Salamanca y una de las más viejas de España, Gregoria Benito, vecina de Peñaparda (Salamanca) y conocida entre sus vecinos como La Tía Gora, ha llegado este sábado a los 109 años de edad y ha asegurado a este medio que no le duele nada.
Esta señora es una de las centenarias más pintorescas, ya que su lengua es la conocida como Parla de El Rebollar, un dialecto o reducto del leonés que todavía se practica en algunos pueblos del suroeste de Salamanca y del Norte de Cáceres.

2_79
Con su hijo José
Gregoria Benito, además, tiene la fortuna de vivir sola, en su casa de toda la vida, de la que únicamente salió durante algunos años como emigrante a Francia, aunque regresó a los tres años de marchar.
Tiene tres hijos, "la mayor es Santiaga, que tiene ochenta años y vive en Zarza La Mayor (Cáceres), y luego están José y Nicolasa", que viven en Peñaparda y que la vigilan constantemente.
"Los años son cada vez más duros", explica la centenaria, un personaje muy popular entre los melómanos del folclores popular salmantina, y que La tía Gora destaca como una de las mujeres que aún sabe tocar el Pandero Cuadrado, un instrumento típico y único de Peñaparda, que sólo tocan las mujeres del pueblo.
Los vecinos de este pueblo de algo más de doscientos habitantes han ido pasando a lo largo de hoy por la casa de la Tía Gora, en la calle Fontanilla y al calor de la lumbre de su portal la han ido felicitándola.
Como cada año, el momento cumbre del cumpleaños se ha producido cuando la señora Dionisia Morales, la Tía Nisia, que cumplirá el próximo mes de julio 108 años, ha acudido a la cada de la Gregoria para felicitarla.
Al igual que todas las mujeres de esta zona de la provincia de Salamanca, denominada El Rebollar, la Tía Gora, desde que se le muriera el marido hace casi cuarenta años, viste de escrupuloso luto.
En el día que ha cumplido 109 años, la Tía Gora, que tiene la vista muy degenerada, es capaz de mantener una conversación con cualquier persona, eso sí, siempre y cuando se le hable muy de cerca, ya que el sentido del oído lo tiene también muy deteriorado.
Y en cuanto a su alimentación, la centenaria reconoce que lo que más come, porque es lo que más le gusta, son las patatas cocidas, con algo de chorizo.

3_58

portada_86