Entre robles

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El tiempo de los que se fueron

(versión lengua de El Rebollar)


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Llegando este tiempo de las Navidades, parece que todo es alegría y que todos somos buenos como el que más. Y hay que pasarlo bien, y hay que regalarse cosas, y hay que mirar hacia delante. Y, verdaderamente, todo eso está muy bien, y siempre procuro pasarlo lo mejor posible, y hacer todos los regalos que puedo, y hago una lista propósitos para el siguiente año. Pero este tiempo es también tiempo de acordarse de los que se fueron, de los que un día nos dejaron para no volver.

Es este tiempo que, más que ningún otro, gusta pasarlo con la familia, siempre echamos de menos a los que faltan. Es algo normal. Y cuando la falta la tenemos reciente, siempre duele más. A toda la gente le pasa, todos tenemos alguien al que recordar.

Pero, además de en esta época (y por los Santos), también tenemos que recordarlos el resto del año. Que nadie se enfade, seguramente el 99% de la gente se acuerda de los suyos todo el año. También los habrá que se acuerden nada más uno o dos días al año. Pero siempre estarán ahí y, como se suele decir, mientras nos acordemos de ellos no habrán muerto del todo.

Cada uno se acuerda de su gente a su manera. Y todos los modos son igual de buenos, siempre que se haga desde el corazón. Mi manera es defender la cultura que ellos nos dejaron: las canciones, los bailes, los trajes, la lengua,... A mí se me antoja muy complicado decir que me acuerdo mucho de mis abuelos si dejo de lado la cultura que ellos nos dejaron, si no defiendo la lengua que ellos hablaron,... Y en esas estamos. Porque me arecería que les hago un feo, que ensucio un poco su memoria, si hago otra cosa, si no defiendo la lengua que aprendí de mis abuelos, y ellos de los suyos,... Y así hasta los tiempos en que llegó hasta este rinconcito del mundo esa lengua leonesa que algunos amamos como lo que es, como un tesoro, como un recuerdo vivo de nuestros antepasados. ¿Que a alguien le parece mal? Seguro pero, como he dicho, cada uno tiene su manera de acordarse de los suyos y de honrar su memoria.

Seguramente, todos los que se fueron querrían que pasásemos esta época lo mejor que pudiésemos y tendrían para nosotros los mejores deseos. Que esos buenos deseos se repartan entre todos.

Desde este rinconcito del Reino de León, FELICES FIESTAS A TODOS.