Obra maestra del mirobrigense José Antonio Hernández Navarro, que ha esculpido el nuevo sillón del obispo de Miróbriga para que el prelado esté "más cerca del pueblo"

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Un total de cuatro meses esculpiendo talla a talla el nuevo sillón del obispo de Ciudad Rodrigo, ése es el tiempo que ha estado el artista mirobrigense José Antonio Hernández Navarro trabajando en esta obra de arte, que presenta numerosos detalles que la han acoplado con maestría al estilo de la Catedral de Santa María de Ciudad Rodrigo.
La obra de arte tiene un valor especial para los canónigos de la seo, ya que, a diferencia del lugar que ocupa el sillón del obispo (al fondo de la Catedral donde los feligreses tienen dificultades para verlo) en la actualidad, ahora va a estar en primera fila del altar, para estar "más cerca del pueblo", según ha reconocido la Diócesis mirobrigense.
El sillón que ha tallado Hernández Navarro está elaborado en madera de nogal y, en declaraciones a este medio, el artista reconoce que "todo ha sido muy, muy cuidado, ya que había que hacerlo de tal manera que estuviera en total sincronía con la Catedral".
De esta manera, su estilo está basado en el conocido como "Ocho Perfecto" del estilo gótico.
Otro de los detalles que se pueden apreciar son la mitra y el báculo, situados en la zona donde el obispo se podrá recostar durante la celebración.

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Detalle del sillón
Los 12 Apóstoles también han sido iconizados en el nuevo silló catedralicio, tanto en las 12 Columnas que se pueden apreciar como en la talla del Jarrón de Azucenas, que es el símbolo del Cabildo de la Catedral de Ciudad Rodrigo.
"Precisamente, en el jarrón hay talladas un total de 12 azucenas, que representan a los doce apóstoles", ha explicado José Antonio Hernández Navarro.
Llama la atención el cuidado en las tallas de los pináculos que se pueden apreciar en el sillón, que son iguales a los del Coro de la Catedral.
"El Señor Manolo"
La relación de este artista con la Catedral de Ciudad Rodrigo viene de hace muchos años, ya que su padre, "El Señor Manolo" fue durante década y media el guía de la catedral mirobrigense, una persona que hacía las delicias del público y de numerosos famosos que conocieron el principal monumeto de Miróbriga de la mano del Señor Manolo. Su nombre quedó, incluso, inmortalizado en el Libro "Las Rosas de Piedra", de Julio Llamazares, donde el afamado escritor hace una parada en su novela para hablar del buen hacer del Señor Manolo.
El último sacristán
Y es más, el suegro de José Antonio Hernández Navarro, Francisco Pérez de Burgos, fue el último sacritán de la Catedral, un cargo que desempeñó durante la friolera de 58 años.
El artista José Antonio Hernández Navarro también está ligado con el arte de la Catedral de Ciudad Rodrigo, ya que fue el encargado de restaurar el órgano catedralicio.

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