La polémica de Coca Cola y el etiquetado en catalán va en aumento. Nestlé y Danone también se oponen en redondo a rotular sus productos en esa lengua, resistiendo a las presiones políticas que están recibiendo procedentes de los sectores del catalanismo más radical, y de forma indirecta por la Generalidad.
La compañía de bebidas, sin embargo, no tiene ninguna intención de
traducir su etiquetado al catalán. El hecho de que haya decidido
apostar por incluir nombres en catalán no se va a extender al resto de la
información que contienen las latas (ingredientes, composición, etc.).
El argumento de Coca Cola, frente a las presiones políticas que está recibiendo,
es contundente. Su respuesta ha sido que España es un mercado único,
y que la rotulación en castellano, el idioma oficial del país,
sirve para todos los consumidores en cualquier territorio del Estado español.
Presión a otras marcas
La ofensiva nacionalista no se limita o la compañía de
refrescos. También está afectando a otras empresas, nacionales y
extranjeras, con sede en Cataluña.