Desde que hace dos años y
medio se puso encima de la mesa la propuesta de reforma de la PAC 2014-2020,
hasta la votación final en el Parlamente
Europeo, la reforma de la PAC ha pasado por muchas vicisitudes, y desde luego
que ha demostrado, que la nueva competencia del Parlamento Europeo en la
codecisión, ha posibilitado mejorar sensiblemente la propuesta inicial, y dejar
definitivamente una PAC, que aunque no cubre todos nuestros objetivos, si que
da a los agricultores y ganaderos de la Unión Europea de una estabilidad
financiera por lo menos hasta el año 2020.
Me parece importante esta
capacidad de codecisión del Parlamento Europeo, porque ha permitido que
europarlamentarios de diferentes grupos políticos hayan participado directamente
en las negociaciones, y concretamente me refiero a la europarlamentaria
socialista Iratxe García, gran conocedora del campo de Castilla y León.
Aunque es cierto que el
presupuesto PAC ha disminuido en un 12% y el de Desarrollo Rural en un 3%, si
sabemos hacer bien las cosas, no debería repercutir apenas nada en nuestros
agricultores y ganaderos.
Hay varios logros
importantes, el primero es que al menos el 2% del presupuesto total se tiene
que dedicar a la instalación de jóvenes agricultores, y al estar esta medida en
el primer pilar, no vamos a a tener los problemas actuales, ya que los estados
miembros no tendrán que cofinanciarlos, ya que el 100% son fondos europeos.
Se minora el impacto en la
convergencia interna y pagos, ya que esta convergencia en el año 2019 será del
60% y no del 100% como la propuesta inicial, y se garantiza que ese año, ningún
perceptor de PAC pierda más de un 30% de lo que recibía hasta la fecha.
Y otro aspecto importante es
que se relaja lo que se denomina “el greeninng”, es decir las condiciones ambientales,
que no tenían en cuenta la diversidad de la agricultura y ganadería de España y
de Castilla y León.
No obstante, la fase europea
ha finalizado ya, pero quedan cosas pendientes que aprobar a nivel nacional,
batalla aún importante, y no me refiero sólo a la distribución de los fondos
entre las diferentes Comunidades Autónomas, sino a la definición de aspectos
importantes, tales como si España va a aplicar o no régimen especial para los
pequeños agricultores; la definición de agricultor activo y agricultura activa,
es decir quién va a tener derecho o no a ser perceptor de PAC; el mapa de las
comarcas agrarias para establecer los topes de ayuda y así iniciar el proceso
de convergencia.
Es decir queda tarea
importante por delante aún, para la plena aplicación de la reforma de la PAC,
que seguramente entrará en vigor en el año 2015.
Para nosotros es importante
que de una vez por todas seamos capaces de definir un modelo social de
agricultura, que incentive de verdad a los profesionales e ilusione a los jóvenes
y mujeres a incorporarse a la actividad agraria. Para nosotros sin agricultura
y ganadería nuestros pueblos se nos mueren. Está bien otras acciones como la
diversificación de la actividad agraria, pero sin agricultores y ganaderos activos
de verdad, profesionales nuestros pueblos no tienen futuro.