Un total de 170 aficionados al mundo de los hongos han participado este fin de semana en las X Jornadas Micológicas de la Mancomunidad Alto Águeda, donde han localizado 130 variedades de setas, entre ellas un hongo muy pequeño que indica si lloverá en las próximas horas.
Seta: Estrella de Tierra
El evento se ha celebrado en el municipio de Casillas de Flores (fronterizo con Portugal), donde la seta más comentada ha sido la conocida como "Estrella de Tierra", que es "un buen indicador para saber si va a llover", según los expertos que participaron en las jornadas.
Se trata de un hongo muy pequeño, que tiene forma de estrella cuando se abre y cuyo nombre científico es el de "Astraeus hygrometricus".
Cuando el ambiente es húmedo, la seta se abre y tiene forma de estrella (con un diámetro aproximado de 6 centímetros) y si el ambiente es seco, este hongo se contrae pasar a ser una bola con un diámetro de unos 2 ó 3 centímetros.
Uno de los participantes logró localizar esta seta en un pinar del pueblo de Casillas de Flores y, junto con el resto, permanece expuesta en el edificio multiusos de la localidad.
Seta: Pie Azul
Entre las setas recolectadas, también figura la conocida como amanita vinosa ("Amanita Rubenses"), que, a pesar de ser altamente tóxica, puede convertirse en una seta comestible muy apreciada.
Este hongo venenoso tiene unas sustancias denominadas hemolisinas, que eliminan los eritrocitos de la sangre, de ahí su toxicidad.
Sin embargo, si se calientan a temperaturas mínimas de 65 grados centígrados, las hemolisinas desaparecen y ya se puede comer.
Entre las 130 especies localizadas en estas jornadas micológicas, organizadas por la Mancomunidad Alto Águeda, figuraban los afamados huevos de rey, que es la seta más cara del mercado o una seta muy alucinógena, cuyo nombre científico es el de "Coprinus Atramentarius", de color amarillento y con forma de campana.
Sin embargo, de todos los hallados, el hongo mas codiciado por los micólogos ha sido el "Cortinarius balteato-cumaliti", una seta sin valor culinario y de color morado y que es muy difícil encontrarla.
Entre las comestibles que fueron recolectadas por los participantes también había boletos, pie azul y muchos níscalos.
Manoli (Robleda) y Carlos (Casillas) cogieron este gran boleto
Este año, según los micólogos, han proliferado sobremanera los níscalos, motivo por el que su valor económico ha descendido, ya que en temporadas pasadas se han llegado a pagar a diez euros por kilo y en este otoño le están pagando a los recolectores a medio euros.
Entre las decenas de asistentes que acudieron a las jornadas micológicas, destacaron tres mujeres que llegaron desde el municipio portugués de Aldeia Velha, que se afanaron por coger todo tipo de setas.