Un obispo decidido, un reto

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opinioneditorial
En la rueda de prensa ofrecida por Raúl Berzosa, para anunciar el reto de un Año Jubilar por el VIII Centenario de la llegada a España de San Francisco, se mascaba la fuerza descomunal de un obispo al que no le van las medias tintas, de un prelado que ve cómo apenas le queda tiempo a una comarca que agoniza de edad.
Señores, éste es el reto: Ciudad Rodrigo, destino de miles de peregrinos que buscarán entre septiembre de 2014 y septiembre de 2105 su jubileo. 
Es decir, la diócesis al servicio del desarrollo de una comarca. Con un aviso, no se trata de un reto baladí, tener un Año Jubilar supone un gran esfuerzo organizativo, donde la Fundación Ciudad Rodrigo ha de jugar un papel esencial, ya que en torno a ella están todas las fuerzas vivas de la comarca. 
Una vez más, la diócesis más pequeña de la península se pone, como lo hizo recientemente en Kyrios-2006, al servicio de su gente, para demostrar que un obispo en esta tierra es parte obligada de su esencia.
Ahora, tomen el testigo, agárrenlo con fuerza y no lo suelten, porque, querida comarca, si perdemos este tren, mañana llegaremos tarde al avión. ¡Qué nadie se arredre!