La compañía alicantina factura 6 millones de euros más que en el último ejercicio gracias a la innovación, el lanzamiento de nuevos productos y la internacionalización de la marca.
La chocolatera de La Vila sigue esquivando la crisis, con crecimiento en los tres últimos años que van desde el 3,4% en 2010 al 8,2% del último ejercicio, de junio de 2012 a julio de 2013, periodo en que su cifra de negocio superó los 76 millones de euros netos.
Según la compañía, las cifras responden al afianzamiento de la marca en el mercado internacional, donde opera ya en más de cincuenta países. Pero también ha sido crucial la apuesta por la innovación y diferenciación, que le ha permitido reforzarse en el mercado interior, donde lidera segmentos clave como el de chocolate con altos porcentajes de cacao, el chocolate a la taza, o el chocolate sin azúcar.