La Gran Declaración de Montoro

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Montoro dice: "¡ Quién nos iba a decir a nosotros que las exportaciones agroalimentarias tiran de la economía Española !."
Perpleja, me ha dejado perpleja. La lucha por que se considere un sector importante a la agricultura y la ganadería españolas ha sido el caballo de batalla de La Gaceta Rural desde sus principios, pero Gobierno tras Gobierno, se ninguneaba sistemáticamente esa cartera y sus Ministros nacían ya abortados.
Perdone Señor Montoro pero doy gracias a Dios por que sólo tengamos 24 horas cada día porque de otro modo usted tendría más horas para patinar mentalmente. ¿"Quién nos iba a decir a nosotros"?, pues a mí ya me lo decían cuando no había cumplido los veinte años y tengo setenta.
Allá por la década de los sesenta, mi padre, Eduardo de Rojas y José María Aréiza mantenían una gran amistad y solían almorzar juntos en el Club Puerta de Hierro para intercambiar opinión política. Había un soterrado movimiento de democratización que se movía con dificultades dentro de la Dictadura.
No se porqué razón fui privilegiada con el derecho a asistir a aquellos almuerzos acompañando a mi padre. Me fascinaba oír al Conde de Motrico, un hombre brillante y culto cuya conversación era siempre didáctica y amena.
En una de esas ocasiones, Motrico sentenció: "Eduardo, este país no será nunca una potencia industrial. Su salida natural será convertirse en el Parque Natural de Europa y del globo. Por su clima, por sus paisajes, por su enorme potencial costero... tendríamos que trabajar sobre ello seriamente. Perder complejos y aceptar nuestro futuro con buena planificación y dejar de intentar lo que no podremos ser en el mundo" a lo que el Conde de Montarco le apostilló: "Añade la gastronomía y a través de ella una agricultura mimada, que luche por combatir la competencia de otros países por la calidad y buen precio. Mira este país no ha entendido todavía que tiene que cuidar a sus agricultores y ganaderos, sacarlos del aislamiento, dedicarle al Ministerio la misma atención que a otras partidas presupuestarias y crear una verdadera industria agroalimentaria que apoye el prestigio de nuestros productos agrarios. Ir a crear buenas razas autóctonas en ganadería y potenciar nuestros productos hortofrutícolas que son excelentes".
En aquellos momentos me pareció una idea "curiosa" a guardar en mi cabeza, pero ahora, al cabo del tiempo toma su real dimensión y sólo se me ocurre decir: ¡Qué visionarios más brillantes!.