El inventor de este sistema ha sido el ingeniero Greg Lambrecht del Instituto Tecnológico de Massachusetts, nos explica que con Coravin puedes tomar una copa de un buen vino sin tener que acabar forzosamente la botella en poco tiempo para que no se malogre, podremos guardar el resto del contenido como si no se hubiera descorchado y por tanto, se evita que se inicie el proceso de oxidación responsable de restar cualidades al vino.
Greg Lambrecht concibió este
sistema a raíz de que su mujer, al quedarse embarazada dejara de beber vino. El
ingeniero tiene la pasión de disfrutar de buenos vinos, pero el descorche
obligaba al disfrute de una o dos copas y al sacrifico del resto del contenido.
Por ello empezó a trabajar en un prototipo que permitiera poder extraer el
contenido de una copa de vino de la botella y devolver ésta a la bodega para
que se mantuviera en perfectas condiciones para otra ocasión. Parece que estuvo
trabajando varios años hasta que al fin dio con la solución, el denominadosistema
Coravin. El inventor asegura que no existen diferencias entre las botellas
a las que se les ha realizado la extracción, con otras botellas que mantienen
la guarda del vino sin haberse extraído contenido.
Con Coravin no hay que retirar el corcho ni la cápsula, basta con colocar
el dispositivo sobre la cápsula y el tapón de corcho sujeto al cuello de la
botella, y proceder a accionar el sistema hidráulico que introduce una aguja en
el interior de ésta, la atmósfera interior se presuriza con argón, un gas noble
con una reactividad química muy baja, es incoloro e inerte, es decir, no es un
gas reactivo bajo determinadas condiciones de temperatura y presión. Tras la
presurización, basta con volcar la botella y accionar una palanquita de
liberación, el vino fluirá a través de la aguja insertada llenando la copa.
Al finalizar, simplemente hay que retirar el accesorio
y el corcho vuelve a sellarse, evitando el escape del vino y manteniendo sus
cualidades iniciales sin que el oxígeno pueda entrar en contacto con el vino e
iniciarse el proceso de degradación. El vino podrá seguir almacenado en la
bodega para otra ocasión. Según Greg Lambrecht, el sistema Coravin es ideal
para particulares y empresas, en este último caso, se podrán realizar
degustaciones y catas verticales que facilitarán saber si el vino evoluciona
correctamente, aprovechar mejor cada botella, utilizarlo como medio de
promoción ofreciendo un sorbo de vino antes de la venta, etc.
Quizá el precio de Coravin es un poco elevado, el aparato
se ofrece con dos cápsulas de argón por unos 225 euros, en la página web se
ofrecen otros accesorios adicionales como la aguja, un soporte base para el
aparato o cápsulas de argón adicionales. Algo que se echa de menos es un
estudio que determine que la reducción de vino no afecta a su evolución, en
todo caso, resulta un sistema interesante, poder llenar una copa de
vino sin descorchar la botella tiene sus ventajas.