Toda esta devoción se debe a las Misiones Populares, que llevaban en procesión a la Virgen de la Peña de Francia por todos los pueblos del oeste de Salamanca y del Norte de Cáceres.
Estas misiones de evangelización fueron desarrolladas, de manera especial, por el dominico Padre Constantino en la década de 1960, cuando estuvo al cargo del santuario.
Ahora, el verdadero valedor es el Padre Ángel, que pasa todo el año en solitario cuidando del santuario, a pesar de que cuando llega el invierno pasa muchas semanas aislado por la nieve.
Las promesas son también motivo de peregrinación, tal cual han hecho, por ejemplo, tres vecinos de Ciudad Rodrigo, Fita, Josete y Juanma (en la foto). También acudieron devotos de otros puntos de Castilla y León y algunas gentes llegadas de Portugal
Además, este año ha sido especial, ya que los últimos cuatro kilómetros d ela carretera del Santuario ya están acondicionados